

10 de octubre de 2025 - 4:33 PM
Wadi Gaza, Franja de Gaza - Decenas de miles de palestinos se dirigían el viernes de regreso al norte de la Franja de Gaza, que ha enfrentado una fuerte destrucción, mientras entraba en vigor un alto el fuego mediado por Estados Unidos, el cual generó esperanzas de poner fin a la guerra entre Israel y Hamás. Se prevé que todos los rehenes restantes sean liberados en los próximos días.
Persisten preguntas sobre quién gobernará Gaza a medida que las tropas israelíes se retiran gradualmente y si Hamás se desarmará, como lo exige el plan de alto el fuego del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien terminó unilateralmente un alto el fuego en marzo, insinuó que Israel podría renovar su ofensiva si Hamás no depone las armas.
El reciente alto el fuego marca, no obstante, un paso clave hacia el fin de una devastadora guerra de dos años, desencadenada por el ataque de Hamás a Israel en 2023. Los combates han provocado la muerte de decenas de miles de palestinos y han desplazado, a menudo en múltiples ocasiones, a alrededor del 90% de la población de Gaza, de unos 2 millones de personas. Muchas de ellas encontrarán campos de escombros donde antes estaban sus hogares.
El ejército confirmó el inicio del alto el fuego el viernes, y los 48 rehenes restantes, de los cuales se cree que alrededor de 20 siguen vivos, serán liberados para el lunes. Los palestinos dijeron que los intensos bombardeos en varias partes de Gaza se detuvieron en las primeras horas del viernes tras el anuncio del ejército.
Netanyahu dijo en una declaración televisada el viernes que, en las próximas etapas, se produciría el desarme de Hamas y la desmilitarización de Gaza.
“Si esto se logra de la manera fácil, que así sea. Si no, se logrará de la manera difícil”, dijo Netanyahu.
El ejército israelí ha dicho que continuará operando de manera defensiva desde el aproximadamente 50% de Gaza que aún controla después de retirarse a las líneas acordadas.
Mientras tanto, las Naciones Unidas recibieron la autorización de Israel para comenzar a entregar una mayor cantidad de ayuda a Gaza a partir del domingo, dijo un funcionario de la ONU que declaró bajo condición de anonimato para revelar detalles que aún no se han hecho públicos.
Los envíos de ayuda están destinados a abordar la grave desnutrición y las condiciones de hambruna provocadas por las ofensivas y las restricciones a la ayuda humanitaria por parte de Israel. La Corte Penal Internacional busca el arresto de Netanyahu y su exministro de defensa por presuntamente usar el hambre como método de guerra. Las autoridades israelíes niegan las acusaciones.
La ayuda incluirá 170,000 toneladas que ya se han posicionado en países vecinos como Jordania y Egipto mientras las autoridades humanitarias esperaban la autorización de las fuerzas israelíes para reiniciar su trabajo.
En las últimas 24 horas, funcionarios de la ONU y autoridades israelíes han participado en una serie de diálogos en Jerusalén sobre el volumen de ayuda que las organizaciones humanitarias pueden llevar y a través de qué puntos de entrada.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo a los reporteros el viernes que combustible, suministros médicos y otros materiales básicos han comenzado a fluir a través del cruce de Kareem Shalom. Las autoridades de la ONU desean que Israel abra más cruces fronterizos y proporcione un tránsito seguro para los trabajadores de ayuda y civiles que regresan a las partes de Gaza que, hasta hace poco, estuvieron bajo un intenso fuego.
En los últimos meses, la ONU y sus socios solo han podido entregar el 20% de la ayuda necesaria en la Franja de Gaza, según el jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher.
Un flujo constante de personas, la gran mayoría a pie, se agolpó en una carretera costera en el centro de la Franja de Gaza, dirigiéndose al norte para ver qué podría quedar de sus hogares. Fue una repetición de las emotivas escenas que se produjeron en enero, en un alto el fuego anterior. Otras personas se dirigían a diferentes partes del territorio palestino en el sur.
La destrucción que encuentran esta vez será aún mayor, después de que, en las últimas semanas, Israel librara una nueva ofensiva en la Ciudad de Gaza, situada en el norte. El ejército bombardeó edificios altos y destruyó hogares en lo que, dijo, fue un intento de destruir la infraestructura militar restante de Hamás.
Los palestinos han expresado su alivio por el posible fin de la guerra, lo cual se ha visto atenuado por su preocupación por el futuro y el persistente dolor por la asombrosa escala de muerte y destrucción.
“No hubo mucha alegría, pero el alto el fuego alivió un poco el dolor de la muerte y el derramamiento de sangre, y el suplicio de nuestros seres queridos y hermanos que sufrieron en esta guerra”, dijo Jamal Mesbah, quien fue desplazado del norte y planea regresar.
En la ciudad sureña de Jan Yunis, cientos de palestinos que volvían a sus hogares encontraron edificios destrozados, escombros y destrucción tras la retirada de las tropas israelíes.
“No quedaba nada. Solo unas pocas ropas, pedazos de madera y ollas”, dijo Fatma Radwan, quien fue desplazada de Jan Yunis. La gente aún trataba de recuperar cuerpos de debajo de los escombros, agregó.
Muchos edificios fueron arrasados, y ninguno estaba intacto, mientras la gente regresaba a buscar sus pertenencias. Hani Omran, quien también fue desplazado de Jan Yunis, dijo: “Llegamos a un lugar que es irreconocible... La destrucción está por todas partes”.
La guerra comenzó cuando combatientes liderados por Hamas irrumpieron en Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1,200 personas y tomando a 251 como rehenes.
En la ofensiva subsiguiente de Israel, más de 67,000 palestinos han sido asesinados en Gaza y casi 170,000 ha resultado heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre civiles y combatientes, pero dice que alrededor de la mitad de las muertes fueron mujeres y niños. El ministerio forma parte del gobierno dirigido por Hamas, y Naciones Unidas y muchos expertos independientes consideran sus cifras como la estimación más fiable de las bajas en tiempos de guerra.
La guerra también desencadenó otros conflictos en la región, provocó protestas en todo el mundo y generó acusaciones de genocidio que Israel niega.
Israel está listo para liberar a unos 2,000 prisioneros palestinos a cambio de los rehenes restantes. En la lista publicada el viernes por Israel no se incluyó al prisionero de alto perfil Marwan Barghouti, el líder palestino más popular y una figura potencialmente unificadora. Israel lo considera a él y a otros prisioneros de alto perfil como terroristas y se ha negado a liberarlos en intercambios anteriores.
Khalil al-Hayya, un alto funcionario y negociador principal de Hamas, dijo el jueves por la noche que todas las mujeres y niños detenidos en cárceles israelíes serán liberados.
Se espera que las liberaciones de rehenes y prisioneros comiencen el lunes, dijeron dos funcionarios egipcios informados sobre las conversaciones, así como un funcionario de Hamas, aunque otro funcionario dijo que podrían ocurrir incluso el domingo por la noche. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a dar su nombre públicamente al hablar sobre las negociaciones.
Un familiar de uno de los rehenes israelíes que se cree que murió en cautiverio dice que la familia espera que su cuerpo sea devuelto para su sepelio.
“Es un sentido mesurado de esperanza en todas las familias de rehenes”, dijo Stephen Brisley, cuya hermana, Lianne Sharabi, y sus dos hijas adolescentes fueron asesinadas en el ataque del 7 de octubre.
El esposo de Lianne, Eli Sharabi, fue finalmente liberado, pero se cree que su hermano, Yossi, murió en un ataque aéreo en enero de 2024. La familia espera darle un entierro digno.
“Mantenemos nuestra esperanza con cautela porque ya hemos visto antes cómo nuestras esperanzas han sido frustradas”, dijo Brisley a The Associated Press desde su hogar en el sur de Gales.
El plan de Trump contempla que Israel mantenga una presencia militar indefinida dentro de Gaza, a lo largo de su frontera con Israel. Una fuerza internacional, compuesta en gran medida por tropas de países árabes y musulmanes, sería la responsable de la seguridad dentro de Gaza. Estados Unidos lideraría un esfuerzo masivo de reconstrucción financiado internacionalmente.
El plan prevé un eventual papel para la Autoridad Palestina, algo a lo que Netanyahu se ha opuesto durante mucho tiempo. Pero requiere que la autoridad, que administra partes de Cisjordania, se someta a un programa de reforma radical que podría llevar años.
La iniciativa de Trump es aún más vaga sobre un futuro Estado palestino, algo que Netanyahu rechaza firmemente.
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