

21 de noviembre de 2025 - 2:35 PM

Hombres armados asaltaron una escuela católica en una región del oeste de Nigeria y secuestraron a varios alumnos y personal del centro el viernes, el más reciente de una serie de secuestros en la nación más poblada de África, días después de que 25 niñas fueran capturadas en un estado cercano.
El ataque y los secuestros ocurrieron en la Escuela St. Mary, una institución católica en la comunidad de Papiri, en la municipalidad de Agwara, afirmó Abubakar Usman, secretario del gobierno del estado de Níger. El funcionario no reveló el número de estudiantes y trabajadores capturados, ni quién podría ser responsable del ataque.
La televisora local Arise TV reportó que 52 alumnos habían sido secuestrados.
La jefatura de la policía estatal de Níger indicó que los secuestros ocurrieron a primera hora del viernes y que fuerzas militares y de seguridad se han desplegado en la comunidad. Describió a St. Mary’s como una escuela secundaria, que en Nigeria atiende a menores entre 12 y 17 años.
Una imagen satelital muestra que el complejo escolar está adjunto a una primaria contigua, con más de 50 edificios de aulas y dormitorios. Está ubicado cerca de una carretera principal que conecta las ciudades de Yelwa y Mokwa.
Dauda Chekula, de 62 años, dijo que cuatro de sus nietos, de entre 7 y 10 años, estaban entre los alumnos secuestrados.
“No sabemos qué está pasando ahora, porque no hemos escuchado nada desde esta mañana”, lamentó Chekula. “Los niños que pudieron escapar se han dispersado, algunos de ellos corrieron de regreso a sus casas y la única información que estamos recibiendo es que los atacantes todavía se están moviendo con los niños restantes hacia el bosque”.
El comunicado del funcionario gubernamental de Níger indicó que el incidente ocurrió a pesar de una advertencia previa de inteligencia sobre el aumento de las amenazas.
“Lamentablemente, la Escuela St. Mary procedió a reabrir y reanudar la actividad académica sin notificar o pedir autorización del gobierno del estado, exponiendo así a los alumnos y al personal a un riesgo evitable”, afirmó la nota.
Umar Yunus, un residente de Papiri, dijo que solo había arreglos de seguridad locales y no había fuerzas policiales o gubernamentales oficiales asegurando la escuela al momento del ataque el viernes.
La Diócesis Católica de Kontagora reveló en un comunicado que un miembro del personal de seguridad fue “gravemente herido de bala” durante el ataque.
Los secuestros ocurrieron días después que hombres armados atacaron el lunes una escuela secundaria en el estado de Kebbi, también en el noroeste del país, y se llevaron a 25 niñas además de matar al menos a un trabajador. Una de las niñas luego escapó y está a salvo, dijo el director de la escuela.
En un ataque separado el lunes en el estado de Kwara, que limita con el estado de Níger, hombres armados atacaron una iglesia, matando a dos personas. Durante el ataque, también fueron secuestrados 38 feligreses, dijo Femi Agbabiaka, secretario de la Iglesia Apostólica de Cristo, a The Associated Press el viernes. Agregó que los secuestradores están exigiendo un rescate de 100 millones de nairas ($69,000) por cada persona secuestrada.
El presidente nigeriano Bola Tinubu canceló su viaje a la cumbre del Grupo de los 20 de este fin de semana en Sudáfrica debido a los recientes eventos. El vicepresidente Kashim Shettima representará al presidente en la cumbre, informó la presidencia en X el viernes.
“Usaremos todos los instrumentos del Estado para traer a estas niñas a casa y asegurar que los perpetradores de esta maldad enfrenten todo el peso de la justicia”, sostuvo Shettima durante una visita al estado de Kebbi el miércoles.
Por el momento no estaba claro quién estaba detrás de los incidentes en los estados de Níger y Kebbi, pero analistas y pobladores dicen que las pandillas a menudo apuntan a escuelas, viajeros y aldeanos remotos en secuestros por rescate. Las autoridades dicen que los hombres armados son en su mayoría expastores que han tomado las armas contra las comunidades agrícolas luego de enfrentamientos entre ellos por recursos escasos.
Los secuestros han pasado a definir la situación de inseguridad en la nación más poblada de África y sus dolorosas consecuencias.
Al menos 1,500 estudiantes han sido secuestrados en la región desde que los extremistas yihadistas de Boko Haram capturaron a 276 niñas de Chibok hace más de una década. Pero los bandidos también están activos en la región, y los analistas señalan que las pandillas a menudo se centran en las escuelas para ganar atención.
Nigeria fue recientemente puesta en el centro de atención después que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, señalara al país, afirmando que los cristianos están siendo perseguidos, una acusación que el gobierno rechazó.
Si bien los cristianos están entre los objetivos, los analistas dicen que gran parte de las víctimas de los grupos armados son musulmanes en el norte de Nigeria, mayormente musulmana, donde ocurren la mayoría de los ataques.
Analistas y residentes culpan de la inseguridad a la falta de enjuiciamiento de los agresores conocidos y a la corrupción rampante que limita el suministro de armas a las fuerzas de seguridad al tiempo que asegura un suministro constante a las pandillas.
Yohanna Buru, un pastor y director de la Fundación de Reconciliación y Renacimiento de la Paz, una organización centrada en el diálogo interreligioso, pidió a las autoridades que aumenten la seguridad alrededor de las escuelas en las áreas afectadas por la crisis de seguridad.
“Si el gobierno estuviera haciendo lo suficiente, entonces los secuestros rampantes en todo el país no habrían ocurrido”, dijo. “Es como si no les importara el futuro de nuestros hijos”.
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