El Tribunal de Mayagüez encontró causa para el arresto de dos hombres por la masacre de tres personas reportada el mes pasado en Las Marías.

Los imputados fueron identificados como Carlos Ruemmele Torres, alias “Gordo Panza”, de 35 años; y Luis Rivera Rivera, alias “27”, de 23 años.

Entre los cargos radicados en ausencia este miércoles, enfrentan tres por asesinato en primer grado, uno por tentativa de asesinato, y cuatro por secuestro.

Posteriormente, en horas de la tarde de este miércoles, agentes de la División de Inteligencia y Arrestos diligenciaron la orden de arresto de Ruemmele Torres en el residencial El Carmen de Mayagüez. Al no poder prestar la fianza de $3 millones, fue ingresado a la cárcel hasta la vista preliminar.

Mientras, continúa como prófugo Rivera Rivera, quien tiene expediente por un caso de violencia doméstica, informó la Policía. La fianza fijada a Rivera Rivera fue de $3.4 millones.

De acuerdo con las denuncias, ambos imputados secuestraron a cuatro personas en el mismo residencial El Carmen.

Según la Policía, luego asesinaron a Krystal Martínez Román, de 39 años; Agnes Rivera Castillo, de 57 años; y Ramón Luis Soto Vázquez, de 57 años; mientras que un hombre de 51 años resultó con una herida de arma blanca en el cuello.

Las víctimas fueron encontradas a eso de las 3:39 de la tarde del pasado 17 de junio, en el kilómetro 4.3 de la carretera PR-397 de Las Marías.

Todas las víctimas contaban con expediente criminal por varios delitos como drogas y maltrato a persona de edad avanzada, entre otros, informó la Uniformada.

Por su parte, el inspector Robert Ramos, de la Superintendencia Auxiliar de Investigaciones Criminales, confirmó en la misma semana del crimen que la versión del alegado secuestro fue planteada por el hombre que quedó herido en la escena.

“Manifiesta se encontraban compartiendo en el residencial cuando llegan unos individuos y los secuestran. Los llevan a este lugar solitario en el área de Las Marías, donde tres fueron ejecutados”, dijo Ramos a preguntas de la prensa, en el Cuartel General de la Policía, en Hato Rey.

En cuanto al posible móvil, se limitó a indicar que “pudiera ser sustancias controladas, pero no se descarta nada”.