Puerto Rico vio acción en el Clásico Mundial de Béisbol entre el 11 y 17 de marzo.
Puerto Rico vio acción en el Clásico Mundial de Béisbol entre el 11 y 17 de marzo. (Alejandro Granadillo)

En cuatro de los cinco días en que Puerto Rico vio acción en el Clásico Mundial de Béisbol entre el 11 y 17 de marzo, la Policía no registró asesinatos, resucitando la teoría de que eventos deportivos de alto perfil tienen la virtud de poner un freno a la normalmente elevada actividad criminal.

“Cuando Brasil juega la Copa (Mundial de Fútbol), el país para. En Filipinas, cuando peleaba (Manny) Pacquiao, se hizo tregua entre la guerrilla y la policía y el ejército. La última vez que Puerto Rico participó de este evento, en 2017, sí hubo una merma en la criminalidad del país, como la hubo hasta hoy (ayer)”, dijo el sociólogo y experto en criminalidad Víctor García Toro.

Desde el debut el sábado 11 al viernes 17 de marzo –cuando el “Team Rubio” se eliminó ante México en cuartos de final–, se registraron cinco asesinatos, en contraste con los 12 contabilizados en los siete días previos (4 al 10 de marzo). Tres de los asesinatos ocurrieron el sábado 11, cuando Puerto Rico arrancó su participación contra Nicaragua, pero en las fechas de los restantes cuatro partidos no hubo muertes violentas. Los otros dos asesinatos en ese período se produjeron el 16 de marzo, fecha en que la selección no jugó.

En el resto de los crímenes contabilizados bajo las categorías de delitos Tipo I no se reflejó el mismo patrón. De hecho, la cifra de delitos Tipo I –incluyendo asesinatos– que se registró del 11 al 17 de marzo, 284, fue idéntica a la que la Policía informó del día 4 al 10. Las apropiaciones ilegales, por ejemplo, aumentaron de 134 a 144 en la semana más reciente.

García Toro opinó que los eventos internacionales en que Puerto Rico está representado exacerban los sentimientos patrióticos y capturan la atención del público, lo que, a su vez, tiene el efecto de reducir ciertas conductas delictivas.

“Esto es un deporte mayormente jugado por hombres. Entonces, los hombres (que suelen ser victimarios o víctimas de las muertes violentas), en las comunidades, se reúnen o se reúnen con la familia en casas o restaurantes, y la gente lo que hace es disfrutar la representación del país a nivel internacional. La dimensión del crimen pierde la relevancia que en ese momento podría tener, porque le están dando atención a algo que los hace sentir bien, orgullosos”, dijo el académico.

Ya en las primeras horas de ayer, tras la eliminación de Puerto Rico el viernes en la noche, se habían registrado cuatro asesinatos, producto de tres eventos separados en San Juan y Dorado. Hasta el viernes, la cifra de muertes violentas en 2023 ascendía a 112, 15 menos que para la misma fecha del año pasado.

“Sería importante que la gente (a cargo) de la seguridad del país recuerde que hay cosas que al país le agradan y eso es bueno para el gobierno, para las agencias, para el pueblo”, añadió García Toro, quien comparó ese sentimiento de unidad con la solidaridad que se observa ante el paso de huracanes, pero reconoció que no se puede depender de eventos extraordinarios para construir una sociedad que conviva sanamente de forma sostenible.

“Lo que hay que entender es que la gente puede vivir sin el crimen y que el crimen, en un momento dado, no es lo más relevante y que uno tiene que prestar atención a otras cosas. En ese sentido, creo que las comunidades tienen mucho que decir”, sostuvo.

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