Tras la muerte, el viernes, de una mujer luego que fuera supuestamente estrangulada por su pareja, en Juncos, en plena Nochebuena, la directora ejecutiva del Observatorio de Equidad de Género (OEG), Stephanie Figueroa, reclamó este sábado que el caso se investigue como un feminicidio íntimo.

“A la mera sospecha, se tiene que activar el protocolo de feminicidio. Si tienes un caso de una mujer que recibió una agresión por parte de su pareja y, posteriormente, muere en el hospital, se tiene que activar y darlo a conocer públicamente”, destacó Figueroa.

Rhaisa Odalys Algarín Ruiz perdió el conocimiento tras ser supuestamente asfixiada por su pareja, Brian Padilla Román, con quien llevaba 10 meses de relación, y falleció dos días después en el hospital.

Debido a la gravedad de su condición, Algarín Ruiz fue intubada y conectada a un ventilador artificial, permaneciendo en estado crítico hasta que se certificó su muerte en la tarde del viernes.

La Fiscalía de Caguas aguarda por la autopsia del Instituto de Ciencias Forenses para recopilar más información y la posibilidad de radicar cargos adicionales. En la noche del viernes, a Padilla Román se le radicaron cargos por violación al Artículo 3.2A de la Ley 54, por maltrato agravado mediante estrangulamiento, sofocación o asfixie.

Al momento de publicación, la Policía ni el Departamento de Justicia respondieron a El Nuevo Día si, en este caso, se activó el Protocolo para la Investigación de Muertes Violentas de Mujeres y Personas Trans, por razones de Género (Feminicidios y Transfeminicidios).

“En estos momentos, el caso está bajo investigación por parte de la Policía de Puerto Rico y el Departamento de Justicia, a través de la Fiscalía de Caguas. Sobre los hechos, se estarán presentando cargos contra el imputado. Responsablemente, en estos momentos esta es la información que estamos en posición de compartir”, respondió el viernes Justicia, en declaraciones escritas.

La abogada Verónica Rivera Torres, con amplia experiencia acompañando a víctimas de violencia de género, señaló que “hay que dar tiempo” a la pesquisa para la posible radicación de otros cargos, y que la Fiscalía tenga un caso sólido con prueba pericial suficiente para probar un feminicidio más allá de duda razonable. Pero, reconoció la importancia de que se active el protocolo desde el momento en que las autoridades son notificadas sobre la muerte de una víctima.

“Si no se activa a tiempo un protocolo, va a llegar el punto que va a hacer ineficiente. Se debe activar desde el momento en que se piense que pueda pasar. Un buen protocolo da espacio para descartar”, enfatizó la también portavoz del Movimiento Amplio de Mujeres.

Explicó, además, que, por lo regular, cuando ocurre una muerte de una víctima posterior a los hechos del caso ya sometido, la Fiscalía tiende a someter un nuevo caso bajo asesinato en la modalidad de feminicidio, tipificado en el Artículo 93e del Código Penal.

Por su parte, Figueroa, del OEG, planteó que hay mucho desconocimiento sobre el estrangulamiento, al explicar que puede producir “diferentes tipos de efectos cerebrovasculares, como lo es un derrame cerebral o muerte cerebral”.

“La persona no muere de inmediato, pero ya hay unos daños que son irreparables, que condenan a la persona a la muerte. Para las que sobreviven, dejan secuelas cognitivas y conductuales, como la pérdida de memoria. El estrangulamiento es un mecanismo bastante utilizado dentro de las relaciones de violencia de género, pero se desconoce el riesgo a la vida humana”, abundó.

El más reciente informe de Justicia y el Instituto de Estadísticas, en el que examinaron las hojas de evaluación de riesgo de víctimas orientadas por fiscales entre julio y noviembre de 2024, reveló que casi la mitad (47.9%) de las perjudicadas con un nivel de peligrosidad severo y extremo señaló haber sido víctima de estrangulamiento no fatal, un indicador crítico de potencial letalidad.

Hasta el 27 de diciembre, el OEG había identificado 62 feminicidios directos e indirectos en 2025, entre los cuales 20 fueron íntimos, 29 casos bajo investigación, tres no íntimos, uno familiar y nueve indirectos, en su mayoría relacionados con el crimen organizado.

El último feminicidio íntimo reportado por las autoridades se perpetró el 20 de diciembre en Utuado, en el que un hombre asesinó a su esposa de 47 años y posteriormente se privó de la vida.

Mientras, el OEG reportó un aumento en los intentos de feminicidio, con 103 incidentes –mayormente por armas de fuego– hasta la fecha, cuando el año pasado hubo 88.

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La Policía y la Oficina de la Procuradora de las Mujeres ofrecen ayuda confidencial para casos de abuso, maltrato o violencia de género. Ante emergencias, llama al 9-1-1. Para reportar un patrón de violencia, comunícate con la Policía al 787-792-6734 o 787-343-2020, o con la Oficina de la Procuradora de las Mujeres al 787-722-2977. Mientras, la Línea PAS brinda apoyo 24/7 para crisis de salud mental, incluyendo pensamientos suicidas, depresión o violencia de género. Llama al 9-8-8 o al 1-800-981-0023.