

15 de diciembre de 2025 - 9:21 AM


El juez Raúl Rodríguez determinó que una testigo menor de edad puede declarar en corte abierta durante la vista preliminar contra Anthonieska Avilés por el asesinato de Gabriela Nicole Pratts Rosario en Aibonito.
Rodríguez estableció que, después de entrevistar a la menor, concluyó que “está ubicada en tiempo y espacio”, que tiene “diagnósticos como cualquier persona, pero está en tratamiento y se presenta efectivamente”.
Señaló que la adolescente de 16 años “reconoce su participación en el proceso judicial” y que, aunque “ante figuras de autoridad se muestra un poco tímida”, el juez encuentra que, a su entender, “es un comportamiento normal”.
“Esto nos lleva a concluir que se proyecta con estámina suficiente de participar del proceso, aparentemente sin que la presencia en sala de la imputada le vaya a causar un disturbio emocional serio”, expuso el juez.
El fallo surgió luego de una audiencia a puerta cerrada el viernes pasado para evaluar la solicitud de la Fiscalía de Aibonito para que se le permitiera a la menor de edad declarar mediante circuito cerrado.
El juez escuchó tanto a la psicóloga del Estado como a la que presentó la defensa de Avilés. Por discutirse documentos médicos, la vista judicial se celebró de forma privada. Incluso, el magistrado solicitó evaluar a la testigo menor de edad, que llegó a la sala escoltada.
Por su parte, el fiscal Orlando Velázquez aseguró que habían presentado la prueba necesaria para convencer al Tribunal, aunque no abundó en los detalles de la documentación médica sometida o lo que pueda experimentar la testigo al participar en el proceso en sala.
Una de las abogadas de la defensa, Rocío Revelles Ponce, argumentó, en cambio, que Avilés se exponía a perder su derecho a confrontar la prueba en su contra.
En su resolución, el juez también apuntó que, al evaluar los planteamientos de los peritos llevados por el Ministerio Público y la defensa, “coincidió con la opinión de que no se estableció un nexo causal del diagnóstico o condición actual de la menor testigo con la probabilidad de que la declarante sufra un disturbio emocional que le impida comunicarse efectivamente, de tener que testificar frente a la imputada”.
Rodríguez recordó que “careo” con un testigo es parte de los derechos constitucionales que permiten a la defensa de un imputado enfrentar la prueba en su contra, por lo que el Ministerio público necesita presentar un “interés importante” para demostrar que “no hay otro mecanismo para adelantar “ese interés”.
“Evaluada y aquilatada la prueba presentada resolvemos que en este caso el Ministerio Público no cumplió con su carga probatoria”, dispuso el juez.
Entonces, declaró “no ha lugar la solicitud presentada por el Ministerio Público de presentar el testimonio de la testigo menor J.N.R.S. a través del sistema de circuito cerrado”.
La vista preliminar está pautada para comenzar este lunes, pero la defensa de Avilés solicitó paralizarla porque solicitaron acudir al Tribunal de Apelaciones para pedir que su clienta sea procesada como menor, luego de que el Tribunal de Aibonito resolviera que será enjuiciada como adulta.
El crimen de Pratts Rosario se reportó el 11 de agosto, luego de que dos menores de 16 años llegaran heridos de arma blanca al hospital Menonita de Aibonito.
El asesinato ocurrió en el desvío Roberto Colón, intersección con la PR-14, cerca del casco urbano y a minutos del cuartel de Aibonito, según la Policía.
La llamada alertó sobre dos jóvenes, una fémina y un hombre, que llegaron hasta la institución. Poco después, Pratts Rosario, que era la fémina, falleció.
Por estos hechos, las autoridades formularon dos cargos contra Avilés y su madre, Elvia Cabrera, por asesinato en primer grado y violación a la Ley de Armas, según el Departamento de Justicia.
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