El obispo prisionero
Cuando en agosto del año pasado el cerco de acoso policial se cerraba alrededor de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, y aún sus mensajes alcanzaban las redes sociales, su voz se dejó oír, desolada, pero con entereza, con una oración que empezaba: “Señor, Señor… vengo de una larga noche; estoy saliendo de las aguas saladas. Ten piedad. La soledad es una alta muralla que me cierra todos los horizontes. Levanto los ojos y no veo nada. Mis hermanos me dieron la espalda y se fueron. Todos se fueron…”.
Otras columnas de Sergio Ramírez
miércoles, 1 de marzo de 2023
Círculos concéntricos
Si te quitan tu país, ahora tienes tantos donde escoger... Somos de un lugar, de una patria, pero somos a la vez de todas, y tenemos muchas, escribe Sergio Ramírez
jueves, 16 de febrero de 2023
Nicaragua: de la prisión al destierro
Desterrados, apátridas, pero libres. Dios escribe torcido los renglones de la libertad, pero con letra derecha. Y este es apenas el primer folio. Las mejores páginas están por venir, escribe Sergio Ramírez
martes, 31 de enero de 2023
La herida que respira
Desgraciadamente la herencia de toda aquella sangre derramada es otra dictadura, tan feroz como la que derrocamos entonces. Ya Goya advertía que los sueños de la razón engendran monstruos, escribe Sergio Ramírez
martes, 17 de enero de 2023
Vargas Llosa: el novelista trascendente
Sí no estoy de acuerdo con esas posiciones, me irritan, y quisiera que el escritor Vargas Llosa pensara distinto, que pensara como yo pienso. Pero no por eso lo cancelo. La cancelación es reaccionaria, porque niega la libertad, escribe Sergio Ramírez