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¿Cuáles son los elementos correctos en el desarrollo de un atleta en cualquier disciplina deportiva?

La Asociación Americana de Pediatría enfatiza que la mayoría de las lesiones en atletas adolescentes y jóvenes están relacionadas al ejercicio excesivo, escribe José Cruz López

20 de abril de 2024 - 7:09 PM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
Niños baloncelistas. (Nahira Montcourt)

Hay niños que por naturaleza poseen características y talentos por encima del nivel. Hay otros que mediante el desarrollo de sus capacidades y la repetición continua logran un progreso significativo.

Los objetivos principales de la actividad física y deportiva para menores, entiéndase niños y adolescentes deben ser para la recreación y el desarrollo de sus capacidades físicas. Dichos objetivos acompañan de manera directa al talento y a la genética de cada individuo.

Un gran por ciento de ellos obtiene una memoria muscular saludable y su cuerpo es capaz de adaptarse al rigor de rutinas específicas en la adultez.

Frecuentemente recibo a adolescentes que desde sus inicios en el deporte sufren lesiones estructurales serias.

Además, escucho cantidad de historias relacionadas a lesiones o lastimaduras de cuidado. Esto está ocurriendo en prácticamente todos los deportes y disciplinas en Puerto Rico.

En los menores entre las edades de 12 a 17 años, el tejido blando –músculos, tendones, cartílagos y ligamentos- se encuentra en pleno desarrollo e incluso en crecimiento.

Una lesión por sobrecarga de trabajo ocurre cuando una parte específica del cuerpo es sometido a demasiado esfuerzo repetitivo. El movimiento repetitivo en exceso presenta traumas en zonas articulares, cercano al crecimiento de cartílagos, tendones y ligamentos. Las tendencias apuntan a hombro, codo, rodilla, cadera y tobillos como las articulaciones más propensas a sufrir daño estructural.

¿Qué es el daño estructural?

Es el proceso mediante el cual se ve afectada alguna parte del cuerpo, en este caso, alguna articulación a través del daño de un ligamento, tendón, cartílago, y, en el peor de los casos, involucra músculos.

Los ejemplos más comunes son:

Codo - cuando el daño del ligamento ulnar colateral UCL trae como consecuencia cirugía y rehabilitación (conocida como Tommy John) de aproximadamente entre 8 a 15 meses dependiendo del deporte que realice. Esta lesión en el béisbol es bien común.

Rodilla – cuando el daño del ligamento cruzado anterior limita por completo la actividad física deportiva, incluso las actividades del diario vivir. Su rehabilitación conlleva un proceso de 8 a 12 meses. Esta lesión es bien popular en el fútbol, voleibol y baloncesto. Otras lesiones frecuentes son rotura de menisco, el tendón patelal y cartílago.

Hombro - déficit de rotación interna producto de una sobrecarga de movimientos que en su mayoría biomecánicamente no son correctos y, a su vez, la mayoría de estos adolescentes o jóvenes aún están en desarrollo de ese tejido blando y musculación, los cuales acompañan al tejido óseo donde en conjunto trabajan de forma coordinada para permitir una gran variedad de movimientos en una articulación universal, la que más movimientos posee.

Además, son comunes las lesiones del manguillo rotador (rotator cuff). El 76% de las consultas de hombro se deben a algún problema que involucra el supraespinatus, infraespinatus, teres minor o subescapular, músculos protagonistas del llamado “rotator cuff”.

Todo lo antes mencionado es con el propósito de concienciar y educar a padres, entrenadores, dirigentes y personal en general.

Hoy día, debido a la influencia de las redes sociales, los medios audiovisuales y el auge de los deportes profesionales, los niños y adolescentes se ven expuestos a rutinas y calendarios deportivos que no van a la par con su desarrollo.

Disciplinas como el béisbol, baloncesto, voleibol, pista y campo, fútbol, entre otros, presentan un calendario semanal en el que no existen espacios para el descanso y la regeneración.

Las prácticas de las escuelas o colegios, de clubes privados y los juegos son durante los fines de semana. En ocasiones hay programados de tres a cuatro juegos un mismo día. A esto se le añaden múltiples torneos y calendarios de viaje.

Si echamos un vistazo a las cargas por edad y deportes debemos tomar en cuenta ciertos factores de suma importancia. Si se programa un plan de trabajo responsable y estructurado en cada disciplina, no deben pasar por alto los siguientes factores.

Duración de cada entrenamiento.

Especificidad del mismo - deporte - edad - destrezas.

Si practica más de una disciplina.

Si participa en algún club privado aparte de su colegio o escuela.

En el deporte siempre hay riesgos de sufrir alguna lesión, pero debemos entender la diferencia de las lesiones por sobrecarga, las cuales ponen en peligro la carrera de cualquier atleta a cualquier edad.

Todos los deportes suponen riesgos de lesiones, como por ejemplo torceduras de tobillo, caídas, y espasmos musculares, entre otros. Sin embargo, no son lesiones serias ni mucho menos con daño estructural en edad temprana.

La Asociación Americana de Pediatría enfatiza que la mayoría de las lesiones en atletas adolescentes y jóvenes están relacionadas al ejercicio excesivo, junto a los calendarios cargados de prácticas. En deportes como el voleibol, baloncesto y el fútbol existen programas en diversos países del mundo donde la recreación, el deporte específico y la preparación física basada en la educación, tienen una estructura científica.

Personalmente he sido testigo a través de mi experiencia de varios programas. De hecho, no resulta complicado el proceso. Obviamente, existe una planificación.

Algunos puntos son los siguientes:

-Hasta los 10 años no existen los marcadores en los juegos.

-Se trabaja en base a recreación y aptitud física.

-El niño conoce la estructura del deporte de forma educativa.

-Se fomenta el aspecto físico con evaluaciones individuales. Algunas pruebas son: balance, propiocepción, agilidad, ejercicios de independencia en el hemisferio derecho e izquierdo del cuerpo.

-Fundamento del deporte que realiza el atleta, en base a un plan específico.

Por ejemplo, he trabajado con cantidad de atletas en Puerto Rico que no dominan procesos básicos de entrenamiento como la propiocepción y el balance y se ven expuestos a lesiones por compensación o desbalance corporal.

Este es un claro ejemplo de la falta de estructura y planificación en las edades primarias.

Entrenamientos repetitivos como saltos, trabajos con pesas y tiros presentan un alto riesgo a lastimarse si no existe una base sólida de trabajo y desarrollo acompañado de un plan específico por edades.

Creo que es sentido común tanto para padres, entrenadores y dirigentes echar un vistazo al producto que tienen en sus manos y darle la importancia que merece la palabra “desarrollo”.

Hay un denominador común en el deporte puertorriqueño que he visto por las pasadas dos décadas, hasta la edad de 16 años: somos muy competitivos y se compite a la par con muchos clubes de América. En la próxima categoría se comienza a observar lagunas de forma clara. ¿Cuál es la razón? La base y la estructura.

Ejemplos totalmente incorrectos:

-Saltos repetitivos ya sean en vallas, cajones, y gradas en niños y adolescentes menores de 14 años.

-Trabajos de pesas —científicamente no es recomendado su uso hasta luego de los 15 años y de manera supervisada. Existen cantidad de ejercicios con el propio peso del atleta donde encontramos excelentes resultados. Equipos como bolas medicinales, bolas estabilizadoras y bandas elásticas son muy útiles y de gran provecho.

-Lanzamientos o movimientos “over head” de forma repetitiva. Por naturaleza ese movimiento es biomecánicamente incorrecto y riesgoso. Por eso supone una preparación de acuerdo al deporte, edad y evaluación específica. ¿Qué es lo específico en este ejemplo?

—En el tenis: el servicio en niños adolescentes y jóvenes debe ser contabilizado y planificado. La carga a la cual son sometidas la “escápula” y el “rotator cuff” son violentas.

—En el béisbol: específicamente en lanzadores, llevar una periodización de los lanzamientos por edades, esto incluye los días de soltar el brazo, los días de tirar sección de bullpen y los días de juegos. Es hora de ponerse de acuerdo a qué edad comenzarán con lanzamientos rompientes. Lanzar con la exigencia que requiere tal posición va creando cambios degenerativos desde edades tempranas.

—En el voleibol: se debe trabajar en base a estadísticas, el número de servicios y saltos por cada atleta, según su edad. Los saltos en cemento valen por dos.

—En el baloncesto: el primer aspecto a considerar es la superficie de la cancha. El trauma en las rodillas el tejido blando alrededor de la misma es considerable y en edades tempranas es mucho riesgo a una lesión seria.

Estos ejemplos tienen un denominador común independientemente de la habilidad del atleta. Envuelven articulaciones alrededor de los cuales el tejido blando está en desarrollo al igual que las áreas de crecimiento. O sea que si un atleta no ha llevado un plan desde la niñez que envuelva aspectos específicos como los mencionados anteriormente pues su riesgo es aún mayor.

Con alta probabilidad sus saltos no tendrán control motor, sus lanzamientos y servicios serán con la biomecánica incorrecta lo cual con prontitud afectará su hombro y escápula. Todo lo antes expuesto ha sido evaluado, y existen cientos de testimonios y lo he visto en innumerables ocasiones.

Me consta que en Puerto Rico existen excelentes profesionales en el campo de la salud deportiva que envuelven médicos, fisioterapeutas, y preparadores físicos, los cuales pueden ayudarte a ti padre, a ti entrenador y a ti atleta a trabajar de forma correcta y prevenir cualquier lesión que afecte tu desarrollo.

No hay excusas. No se trabaja por emoción, se trabaja con propósito.

(El autor es Fisiólogo del Ejercicio y posee un centro de desarrollo y capacitación. Puede ser contactado al correo electrónico: jc_scs@yahoo.com)

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