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Un Cortijo para dos señores
Diría que tratan, estos dos libros, de un tránsito entre la inocencia y la ingenuidad. Porque cuando abracé la vocación de reflejar “mis tiempos”, también me adentré en esa espesura social donde me esperaba el mazo de Caín, escribe Edgardo Rodríguez Juliá
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