Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
Hablando con mi abuela, Doña Hilda, me contó de cuando conoció a Luis Muñoz Marín, en plena campaña para las elecciones de 1948. Me dijo que él llegó caminando por las calles hasta su casa. Su mamá se apenó porque no tenían una silla para ofrecerle. “Usted no se preocupe, yo me siento aquí”, respondió él, mientras agarraba un pedazo de cartón, se sentaba en una piedra grande que había en el batey y comenzaba a abanicarse.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: