No es culturalmente responsable legislar para entregar -o al menos facilitar- gran parte de nuestros recursos comunitarios a manos que no son puertorriqueñas, escribe Adrián Rodríguez Alicea
No es culturalmente responsable legislar para entregar -o al menos facilitar- gran parte de nuestros recursos comunitarios a manos que no son puertorriqueñas, escribe Adrián Rodríguez Alicea
Hace tiempo, sin entrar en detalle sobre los años, se veía un Viejo San Juan atestado de locales. Niños y niñas volando chiringas; padres y madres refrescándose con una piragua o una Coca-Cola; o abuelas y abuelos remembrando lo que San Juan es para ellos. Ir a San Juan, para todo puertorriqueño, es una experiencia que enriquece nuestra conexión con el país. Nos alienta, enamora y embelesa por encarnar lo que somos; basta con imaginarse el faro de El Morro erguido, con soberbia, en uno de esos atardeceres que se batallan entre anaranjado y rosa.
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