¡Pero claro que existe! Lo inventaron los hablantes y lo usan porque les da la real gana, aunque la Irreal diga que es un disparate. Le cuento los hechos. Sucede mi atentísimo lector (porque me lee y porque me atiende) que el gerundio se ha empeñado, desde hace tiempo en irse con sus hablantes por nuevos atrechos condenados por puristas y academos. Así pues, los hablantes emplean el lindo gerundio de posterioridad cuando indican un acto posterior al señalado por el verbo principal, del cual depende. Eso, nos dicen, es un error. Se supone que el gerundio indique una acción simultánea o anterior y no posterior, por ejemplo: “La Irreal regañó a los hablantes restrallando un diccionario contra las paredes del palacio”; o “Imaginando el fracaso de sus ridículas normas, el director de la Irreal se dio a la fuga”. Los usos anteriores son correctos para la Irreal y para todos. Ahora mire este supuestamente incorrecto: “La Irreal dijo una soberana tontería, arrepintiéndose meses después”, lo cual suele ocurrir con frecuencia, pero bueno, sigamos. Mire este otro uso censurado: “Se atragantó con la nueva gramática, muriendo días después”. ¿Y por qué no se puede morir unos días después?… (aunque en este caso debió haber sido en el acto, jeje). Mire, todos usamos el “incorrecto gerundio de posterioridad”, y nos entendemos de lo más bien, ya sea a priori o a posteriori. Es más, en lengua oral y en prensa escrita nadie nota la mal llamada incorrección (ni los puristos). ¿Será que está correcto? Debe ser.
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¿EXISTE EL GERUNDIO DE POSTERIORIDAD?
La profesora Aida Vergne explica el uso del gerundio con posterioridad.
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