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Al decir de nuestros pueblos ‘vive y deja vivir’, me atrevo a agregarle ‘vive y deja decir’. Dejemos que cada cual diga su punto de vista. No nos dejemos llevar a la confrontación con los agentes de la mentira, escribe el padre Pedro Rafael Ortiz
Al decir de nuestros pueblos ‘vive y deja vivir’, me atrevo a agregarle ‘vive y deja decir’. Dejemos que cada cual diga su punto de vista. No nos dejemos llevar a la confrontación con los agentes de la mentira, escribe el padre Pedro Rafael Ortiz
Es común que las declaraciones y las convocatorias fanáticas comiencen con frases como “no lo podemos tolerar”. Son frases que ponen de manifiesto el ahogo existencial de personas que se encuentran asediadas por verse forzadas a convivir con aquellos que hacen cosas que les parecen dañinas. Estoy hablando de situaciones de la vida cotidiana y sencilla, pero también sobre asuntos sociales y políticos, tanto en la escala nacional, como internacional. Esas convocatorias fanáticas tienen, entre sus efectos muchas veces no deseados, los episodios de violencia entre la gente y las guerras entre las naciones.
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