La crisis fiscal que ha golpeado con fuerza a todos los sectores del País, desde los pequeños comerciantes, los trabajadores del sector público y más recientemente los empleados de la empresa privada con la aprobación de la “Deforma Laboral”, parece no tener el mismo efecto en un selecto grupo de servidores públicos, quienes han sido investidos por el poder que les otorga la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico al ser nombrados Jueces del Tribunal Supremo de Puerto Rico. Y es que cada vez que la Asamblea Legislativa busca la forma y manera de atemperar la realidad fiscal que vive el País, haciendo ajustes que afectan directa o indirectamente a todos los puertorriqueños, se escucha el grito ensordecedor de aquellos que piensan que están en un nivel superior y que no deben ser incluidos en ninguna medida que redunde en hacer algún tipo de sacrificio.
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