Trágico como es el desplome de los valores, se ha agregado hace ya bastante tiempo a esa tragedia un dato perturbador en ese tipo de personas: la pérdida de la vergüenza, dice Antonio Quiñones Calderón
Trágico como es el desplome de los valores, se ha agregado hace ya bastante tiempo a esa tragedia un dato perturbador en ese tipo de personas: la pérdida de la vergüenza, dice Antonio Quiñones Calderón
La Oficina de Ética Gubernamental (OEG) sorprendió al público este jueves con un anuncio inusual bajo el titular: “Deudores de la Oficina de Ética Gubernamental de Puerto Rico”, bajo el cual publica los nombres de 11 exservidores (?) públicos que, globalmente, adeudan más de $333,000 por multas no pagadas impuestas a estos por urdir distintas modalidades de corrupción pública. Entre los esquemas de corrupción por los que estos fueron acusados y multados por la OEG figuran: utilizar indebidamente su función para conseguir una ventaja ilegítima; transferir miles de dólares de una cuenta del gobierno ($23,000) a su cuenta personal; sobornar para defraudar fondos públicos; solicitar y recibir para sí pagos en efectivo ($42,125) de contribuyentes a cambio de entregarle “evidencia” de que no tienen deuda con Hacienda, y solicitar dinero en propiedad pública ($110,000) para campañas políticas.
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