
Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
La reciente detención de una madre por golpear con una correa a su hija de 15 años ha generado una ola de reacciones en Puerto Rico que merece una reflexión seria y profunda. En vez de indignarse por la violencia ejercida contra una menor, muchas personas han corrido a justificar la acción con frases como “a mí me criaron a golpes y salí bien” o “eso no es maltrato, es disciplina”. Lo que estas respuestas evidencian no es fortaleza ni buenos valores, sino una normalización peligrosa del maltrato infantil.
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