Las terapias de conversión son el “modo en que trabajo con mis clientes para afrontar las distorsiones que oscurecen su verdadera identidad masculina” argumentó Nicolosi en una de sus tantas conferencias, como principal propulsor de tales prácticas. Surgieron como respuesta ante los posicionamientos que tuvieron organizaciones del comportamiento humano, como la Asociación Americana de Psiquiatría en 1973, cuando eliminó la homosexualidad como un trastorno de salud mental. A pesar de todos los esfuerzos de organizaciones profesionales, académicas, así como de la sociedad civil y activistas por los derechos humanos, aún existen personas que sufren por estas prácticas, también conocidas como terapias de reparación.