

Héctor Abad Faciolince ya no podrá morir en una pizzería de Ucrania. Podrá morir de otra cosa (y espero que todavía le queden más libros y vidas), pero seguramente no morirá víctima de un misil supersónico ruso que entró por la puerta, como parece que ahora entran casi todos los misiles: toc, toc, toc; te mando un misil para negociar la paz. Dicho de otra forma: Faciolince escribió un libro de cómo le ha costado saber que sobrevivió a un misil supersónico ruso, es decir escribió un libro que no es ni ficción ni novela para saber que está vivo y no muerto, que es tal vez una de las razones de por qué se escriben y se leen libros.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: