Es triste que las personas únicamente reconozcan e internalicen la importancia de sus derechos cuando se les violentan o cuando necesitan reclamarlos, escribe Julio Fontanet
Es triste que las personas únicamente reconozcan e internalicen la importancia de sus derechos cuando se les violentan o cuando necesitan reclamarlos, escribe Julio Fontanet
La alta tasa de criminalidad que existe en Puerto Rico —que ha existido por décadas— hace sentir a nuestra ciudadanía en estado de aprensión e inseguridad. Ante tal escenario, muchos políticos —ya que estamos cerca de los procesos eleccionarios— recurren a una retórica y a un discurso punitivo para ganar adeptos. A ese coro se unen algunas personas que participan de la discusión en el espacio público y que utilizan este para promover esa mentalidad punitiva; a lo cual, evidentemente, tienen derecho. A lo que no tienen derecho es a desinformar esgrimiendo su opinión en lugar de estadísticas o estudios empíricos. Cada día más, nos corremos el riesgo de que nuestros derechos se sigan erosionado como secuela de dichos discursos y la desinformación.
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