A través de la alienación parental, uno de los progenitores pretende que su hijo insulte, denigre y rechace a uno de sus progenitores, con el fin de alejarlo del mismo. La alienación parental no ha sido reconocida en el DSM 5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) como un trastorno de salud mental ya que no la considera un desorden como tal. Sin embargo, en el área judicial se está utilizando como defensa porque se entiende que uno de los progenitores, a través de un “lavado de cerebro” o manipulación hacia su hijo, puede poner a este último en contra del otro progenitor, causándole sentimientos de rechazo hacia el mismo y, por ende, destruyendo los vínculos que unían a ambos. La razón principal de esta acción en muchas ocasiones es castigar a su expareja. Esta situación se podría presentar en casos donde ambas partes desean la custodia del menor o donde una de las partes desea que la custodia sea compartida y la otra parte se niega.
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