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Estrategias para reducir y prevenir tu riesgo de infarto cardíaco

Algunos factores no se pueden controlar, pero la mayoría sí son modificables y ahí está la oportunidad de marcar la diferencia

28 de septiembre de 2025 - 12:00 AM

Prevención cardiovascular (Suministrada)

Cada año, cientos de puertorriqueños fallecen por un infarto al corazón, pero, en la mayoría de los casos, estos episodios se pudieron haber evitado.

El doctor Antonio L. Orraca Gotay es cardiólogo y colaborador de MCS.
El doctor Antonio L. Orraca Gotay es cardiólogo y colaborador de MCS. (Suministrada .)

La enfermedad cardiovascular, cuya manifestación más común es el infarto del corazón, sigue siendo la principal causa de muerte en Puerto Rico y en el mundo. Existen varios factores de riesgo que pueden abrir la puerta a estas complicaciones. Afortunadamente, cuando estos se identifican y se controlan a tiempo, se puede prevenir la gran mayoría de los casos.

Cuando hablamos de prevención primaria, nos referimos a evitar que ocurra un primer episodio cardiovascular (infarto o derrame cerebral), incluso en personas que ya pueden tener factores de riesgo o enfermedad en etapas iniciales. De hecho, es bastante común que exista enfermedad leve sin dar síntomas, lo que hace aún más importante actuar antes de que llegue la crisis.

Si bien algunos factores no se pueden controlar, como la edad, el sexo o la herencia familiar, la mayoría sí son modificables. Ahí está la oportunidad de marcar la diferencia.

Entre los factores modificables más importantes se encuentran la alimentación poco saludable, la falta de actividad física, el sobrepeso u obesidad, la presión alta, la diabetes, el colesterol elevado y el hábito de fumar cigarrillos.

Tomar control de estos factores puede significar la diferencia entre llevar una vida plena y saludable y enfrentar un infarto cardíaco inesperado.

Alimentación que protege el corazón

Una dieta sana es una de las armas más poderosas para prevenir las enfermedades del corazón. Lo ideal es:

  • Comer más frutas, vegetales, granos integrales, legumbres, nueces y pescado.
  • Reducir las carnes procesadas, las frituras, refrescos y los azúcares añadidos.
  • Usar aceite de oliva u otras grasas vegetales en lugar de manteca o grasas animales.

Se ha demostrado que la dieta mediterránea, que se basa en vegetales, pescado y aceite de oliva, protege el corazón.

La importancia de moverse

El sedentarismo es el principal enemigo de la salud cardiovascular. Se recomiendan, al menos, 150 minutos semanales de actividad física moderada (por ejemplo, caminar rápido, bailar, nadar o montar bicicleta). Pero cualquier movimiento cuenta: subir escaleras, pasear al perro o hacer tareas del hogar con energía. Lo importante es evitar pasar horas sentado.

Mantener un peso saludable

El exceso de peso aumenta la presión arterial, el azúcar en la sangre y el colesterol. Bajar algunas libras puede mejorar tu salud. No se trata de hacer dietas milagrosas, sino de realizar pequeños cambios sostenibles: comer mejor, moverse más y, si es necesario, buscar apoyo de nutricionistas o programas supervisados.

Diabetes, presión y colesterol: enemigos silenciosos

Muchas veces, la diabetes, la hipertensión y el colesterol alto no dan síntomas hasta que ya han hecho daño. Por eso, es fundamental tomar acción:

  • Medirse la presión regularmente. La presión ideal es de alrededor de 120/80 mmHg. Se considera controlada cuando está por debajo de 130/80 mmHg.
  • Chequear el azúcar en la sangre y el colesterol en los exámenes médicos.
  • Seguir las recomendaciones del médico, que pueden incluir medicamentos cuando son necesarios.

No hay dosis segura de tabaco

Dejar de fumar es, probablemente, la decisión más importante para tu corazón. El beneficio empieza de inmediato y también protege a quienes te rodean. Existen terapias y medicamentos que pueden ayudarte a dejarlo.

El estrés también afecta

El estrés constante, la ansiedad y la depresión no son solo problemas emocionales; también aumentan la presión arterial, favorecen la inflamación y pueden desencadenar un infarto. Aprender a manejar el estrés es parte de cuidar el corazón. Estrategias como realizar actividad física regular, técnicas de relajación, dormir bien, hablar con un profesional de la salud mental y mantener buenas relaciones familiares y sociales ayudan a reducir este riesgo.

¿Y la aspirina?

Durante años, se recomendó la aspirina para prevenir un primer infarto. Hoy sabemos que su uso es razonable solo en ciertos casos y debe ser evaluado por un médico, pues de haber algún beneficio, este puede ser contrarrestado por el riesgo asociado de sangrado. Nunca la comiences por tu cuenta.

Un mensaje final

La mayoría de los infartos y derrames cerebrales se pueden prevenir. No esperes a tener síntomas: empieza hoy con una vida más activa, una mejor alimentación y chequeos médicos regulares. Involucra a tu familia: cocinar juntos, caminar juntos y apoyarse en el proceso hace la diferencia. Tu corazón te lo va a agradecer.

En MCS contamos con el Club Te Paga, un espacio donde puedes coordinar tus ejercicios y mantenerte activo. Busca el calendario de eventos en www.mcsclubtepaga.com para conocer las fechas y localidades. En MCS queremos que disfrutes de bienestar y una salud completa.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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