

En las sociedades contemporáneas, la vida se vuelve cada vez más agitada. Por consiguiente, es mucho más fácil pasar más tiempo sin dormir. Pero, las horas de sueño son esenciales para recargar energías y mantenerse saludable.
“El sueño es extremadamente importante para nuestra calidad de vida. Es importantísimo para descansar, pero también para la creación de memorias y para balancear nuestro estado emocional. Por eso, es que nosotros dormimos. Uno, para descansar y, dos, para balancear nuestro estado emocional. Es un proceso fisiológico enfocado en balancear nuestras vidas”, expuso el médico Jesús Casal, especialista en sueño.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, adscrita a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), durante el sueño, el cerebro transiciona por distintas fases. Cada fase es necesaria para garantizar el descanso completo de la mente y el cuerpo. Algunas de esas etapas son indispensables para ayudar a que las personas se sientan distendidas y energéticas al despertar por la mañana.
“La primera etapa es la más liviana cuando, estamos despiertos, empezando a cabecear. En esa etapa del sueño, estamos de un 5 a un 10% de la noche. Luego, entramos en una segunda etapa del sueño, que es un poquito más profunda, y ahí pasamos casi la mitad de la noche, del 40 al 45% de nuestro sueño. Hay una tercera etapa que es más profunda aún y la actividad en el cerebro se pone más lenta. Ahí es cuando es más difícil despertarnos”, explicó la neuróloga Melissa Méndez.
Se conocen como trastornos del sueño a las experiencias de las personas cuando no logran mantenerse dormidas o la calidad del sueño no es buena.
“Los trastornos del sueño son enfermedades que afectan la calidad del sueño o nuestro comportamiento durante el sueño. Hay distintos tipos. Están los que afectan la calidad del sueño como el insomnio, que es la dificultad para quedarse dormido o mantenerse dormido”, mencionó Méndez.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los trastornos del sueño son una epidemia de salud pública. Según datos de la OMS, el 40% de la población duerme mal.
“Las personas que duermen menos de siete horas al día están más en riesgo de enfermarse frecuentemente y de vivir menos [...] No dormir correctamente impacta su salud física y mental. Los pacientes que no duermen se deprimen con mayor frecuencia, tienen infartos, estrés, problemas emocionales, comen más y engordan más”, señaló Casal, quien dirige la clínica Auxilio Centro de Desórdenes del Sueño del Hospital Auxilio Mutuo.
Por su parte, Méndez enfatizó que la falta de sueño ocasiona que las personas se sientan cansadas, somnolientas durante el día y que bajen los niveles de concentración. También, puede aumentar el riesgo de tener accidentes de tránsito.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés), estima que en 2017, cerca de los 91,000 choques informados por la Policía involucraron a conductores somnolientos. Estos choques llevaron a un estimado de 50,000 lesiones y casi 800 muertes.
“Los niños con trastornos del sueño están más propensos a la falta de concentración e hiperactividad durante el día. Y se ha visto que la pérdida de sueño a largo plazo, a través de los años, aumenta el riesgo de desarrollar demencia y alzhéimer”, añadió Méndez.
Para determinar si no están durmiendo bien, a lo primero a lo que las personas deben estar atentas es a cuántas horas están durmiendo. Los dos médicos coincidieron en que los adultos deben dormir de siete a ocho horas cada noche. No obstante, esto podría variar. Méndez comentó que hay personas que duermen cinco horas y media y se sienten descansadas al despertar, pero esta es la excepción.
Asimismo, la neuróloga dijo que las personas deben sentirse descansadas cuando despiertan, en las mañanas. Si se sienten con sueño sin salir de la cama, es porque no durmieron lo suficiente o la calidad del sueño no fue buena.
“Lo otro es cuán frecuentemente uno tiene sueño durante el día. Muchas personas están acostumbradas a que se sientan a ver televisión, a leer por las tardes y se quedan dormidas, y como llevan años haciéndolo, piensan que eso es normal. Y eso no es normal. Si te quedas dormido cuando no lo quieres, eso es una señal que tu cuerpo te está dando que tienes una somnolencia excesiva y que no estás durmiendo lo suficiente en términos de cantidad o de calidad”, explicó Méndez.
Los dos médicos mencionaron cuáles son los malos hábitos que las personas realizan antes de dormir y que deben evitar para mejorar la calidad del sueño.
De acuerdo con Casal y Méndez, la higiene del sueño son los buenos hábitos de sueño que fomentan un descanso de calidad como:
No obstante, si la falta de sueño redunda en disminución de la calidad de vida en términos de cansancio físico, problemas de concentración, del estado de ánimo o comportamientos irritables, se debe acudir a un especialista.
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