PRESENTADO POR
Salud Femenina
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Vacúnalos para el regreso a clases

En plena pandemia, puede que muchos niños no tengan las vacunas necesarias completas. Conoce las recomendaciones de una pediatra

18 de marzo de 2021 - 11:37 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 años.
Según establece el Itinerario de vacunación del Departamento de Salud de Puerto Rico, los estudiantes de escuela elemental, intermedia y superior deben cumplir con ciertos requisitos de vacunación. (Shutterstock)

La pandemia por COVID-19 ha impactado el itinerario de vacunación de los niños y los adolescentes y, aunque este ha sido un tema que se ha venido discutiendo desde el inicio de la pandemia, hoy ha cobrado mayor vigencia.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), tan pronto como se declaró la emergencia nacional, en marzo de 2020, se comenzó a ver un descenso de la vacunación infantil. Ya en mayo de ese año, dieron a conocer datos sobre el efecto que ha tenido la emergencia de salud pública por COVID-19 en la vacunación pediátrica que obtuvieron de varias fuentes que incluyeron el Programa de Vacunas para Niños (VFC, en inglés, el cual se nutre de datos del Sistema de Rastreo de Vacunas de los CDC); y los reportes de V-Safe, herramienta que da seguimiento a los efectos adversos de las personas que han sido vacunadas y que se inscriben para participar.

“Ha habido un retraso en poner las vacunas. Inicialmente, fue porque los centros se tenían que preparar para recibir a los pacientes, luego, porque los padres estaban temerosos de llevar sus hijos por el riesgo de contagio, y, aunque eso fue mejorando, se acumularon muchos pacientes que estaban retrasados en sus vacunas y los centros ya no tienen la misma capacidad de vacunar a la misma cantidad de gente que antes, porque tienen que tomar medidas de prevención [de contagio de COVID-19]”, explicó la doctora Carmen I. Suárez, presidenta de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría (SPP).

Alertó que esta situación ha provocado que, ante el inicio de clases presenciales, muchos niños no estén vacunados por completo, sobre todo si son más pequeños. Agregó que muchos niños podrían llegar a la escuela sin tener las segundas dosis de vacunas importantes como las de varicela, sarampión alemán y común, y paperas, por lo que no se debe olvidar que si los niños no están vacunados y se exponen a los virus que causan estas enfermedades pudieran estar a riesgo y poner en riesgo a los demás.

Según establece el Itinerario de vacunación del Departamento de Salud de Puerto Rico, los estudiantes de escuela elemental, intermedia y superior deben cumplir con los requisitos de dosis de vacuna contra: difteria, tétanos y tosferina; polio, Haemophilus influenzae tipo B (Hib), hepatitis B, sarampión común, sarampión alemán, paperas, varicela y neumococo, de acuerdo a su edad. Todo adolescente de 11 a 18 años debe cumplir con una dosis de la vacuna contra el tétanos, la difteria y la tosferina (Tdap). Los de 11 años deben tener una dosis de la vacuna conjugada contra el meningococo (MCV4) y una segunda dosis a los 16 años.

Del mismo modo, “entre las vacunas que se les ponen a los adolescentes está la del virus del papiloma humano (VPH)”, dijo. El Itinerario de Vacunación la requiere para los niños desde los 9 años, pero se recomienda ponerse a los 11 años, junto con el resto de las vacunas recomendadas a esa edad. Recordó que son dos dosis separadas por seis meses. En los mayores de 15 años, serían tres dosis. A los 16 años también se recomiendan otras vacunas.

Un aspecto importante de la vacuna contra el VPH es que es la única que previene ciertos tipos de cáncer, sin embargo, a pesar de este beneficio indiscutible, todavía algunos padres tienen cierta renuencia de aplicársela a sus hijos.

“[Esta es una vacuna que] necesitamos tratar de ponerla antes de que los jóvenes comiencen a tener experiencias sexuales porque es la forma de transmisión del virus y la idea es que los vacunemos antes de que se expongan”, advirtió la doctora Suárez.

De otra parte, enfatizó que la actividad sexual no va a depender de poner o no una vacuna, sino de la educación que se les da a los niños en su crianza, “así que el beneficio de la vacuna, no es un permiso para tener sexo, pero sí es una seguridad de que, en el momento en el que esas personas estén dispuestas a tener sexo, lo hagan de una forma más segura y se protejan del cáncer”, reafirmó.

Aunque existen otras vacunas contra el VPH en el mundo, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos se utiliza la que brinda protección contra nueve tipos de VPH que están relacionados a verrugas genitales y cáncer, y de acuerdo con la doctora Suárez es muy efectiva.

Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, la mayoría de los casos de precáncer y cáncer de cuello uterino, así como muchos casos de cáncer de ano, pene, vulva, vagina y garganta son ocasionados por el VPH, “y lo que se ha podido determinar es una tendencia a la disminución de todos estos cánceres. Ya sabemos la causa de los cánceres, cuáles serotipos de ese virus que son los causantes de esos cánceres y tenemos una vacuna que precisamente nos ayuda a combatir esos serotipos”, enfatizó la doctora Suárez.

El Instituto Nacional del Cáncer (NCI, en inglés) recomienda que la vacuna contra el VPH se administre a niños y adultos de 9 a 26 años. La recomendación se amplió a adultos de entre 27 y 45 años.

Accede a DondeMeVacuno.com para conocer sobre los centros de vacunación disponibles.

BrandStudio
Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: