El escenario descrito recientemente por representantes del sector de la salud, en el que casi el 40% de los infantes con necesidad de recibir servicios médicos en la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal (NICU) del Hospital Pediátrico está privado de ello por la falta de personal de enfermería es una realidad que Puerto Rico no puede aceptar.