

7 de mayo de 2025 - 6:12 PM
Washington D.C. - La jefatura republicana cameral se aleja de la idea de reducir la aportación federal por servicio del programa Medicaid, como parte de los recortes presupuestarios, en momentos en que un nuevo análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés) advierte que la agenda de Donald Trump puede dejar a millones de personas sin seguro médico.
El speaker Mike Johnson –ante la presión de los republicanos moderados– dijo, el martes en la noche, que desistió de incluir entre los recortes a Medicaid una reducción en el porcentaje que el gobierno federal paga por cada servicio del programa –conocido como FMAP, por sus siglas en inglés–, en el caso de los que se benefician de una expansión en los estados del plan Obamacare.
También, dio a entender que considera echar a un lado la propuesta de limitar el gasto per cápita de esos beneficiarios de la expansión de Medicaid, aunque fue menos claro.
Johnson, sin embargo, se enfrenta aún a las críticas de los más conservadores de su caucus –al igual que senadores republicanos–, que insisten en que exigir una mayor aportación de los gobiernos estatales a los servicios de Medicaid es necesario para reducir, como buscan los republicanos, el costo de ese programa.
El grupo más conservador de la conferencia republicana en la Cámara de Representantes, el Freedom Caucus, afirmó que reducir el FMAP a los beneficiarios de Obamacare “no es ‘recortar beneficios’”, sino “arreglar el programa y proteger a los más vulnerables”.
El congresista republicano Chip Roy (Texas) –uno de los más vocales en el área fiscal y miembro del Freedom Caucus–, ha reclamado, particularmente, que se reduzca el FMAP para los que reciben Medicaid a base de una expansión del acceso al plan Obamacare.
En la red social X, Roy indicó que “es necesario frenar el robo a los más vulnerables” que considera ocurre al dar acceso al programa a personas que pueden trabajar.
Sin esos cambios en Medicaid, al liderato republicano se le hará más complicado alcanzar el objetivo de lograr que su proyecto de reconciliación fiscal pueda reducir el presupuesto de la próxima década en $880,000 millones por medio de los programas bajo la jurisdicción del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes. Medicaid representa el 93% del costo de los programas regulados por esa comisión cameral.
En total, el proyecto de reconciliación fiscal, que los republicanos de la Cámara baja quieren aprobar este mes, busca reducir en $1.5 billones (trillions, en inglés) el presupuesto de la próxima década. Al mismo tiempo, se han impuesto la tarea de extender permanentemente los principales alivios tributarios de la reforma contributiva de 2017, que expiran en diciembre, a un costo de cerca de $4.5 billones.
Un grupo de 32 republicanos de la Cámara baja –donde tienen una mayoría de 220-213, con dos vacantes demócratas–, envió el martes una carta a Johnson reclamando que los alivios contributivos no excedan en más de $2.5 billones los recortes presupuestarios.
Bajo esa propuesta, indicaron, los recortes deberían alcanzar los $2 billones, si el costo de extender alivios contributivos va a rondar los $4.5 billones.
Johnson lidia, a su vez, con, al menos, una docena de moderados que rechaza recortar beneficios de Medicaid.
Una de las propuestas que seguramente incluirá el proyecto de reconciliación fiscal con la agenda prioritaria de Trump será la imposición de requisitos de trabajo para los beneficiarios de Medicaid, como ahora ocurre con el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, en inglés).
Los expertos sostienen que la imposición de requisitos de trabajo excluirá a muchos del programa.
Los requisitos de trabajo del SNAP no aplican al Programa de Asistencia Nutricional de Puerto Rico, pese a que la Junta de Supervisión Fiscal ha pedido que se impongan.
Johnson tiene aún que afinar las iniciativas sobre Medicaid, asistencia alimentaria y los asuntos contributivos para que puedan llevarse a cabo, la semana próxima, las sesiones de votación de los comités que regulan esos temas. Entonces, la medida, de terminarse de aprobar en comisiones, pasaría al pleno cameral en la semana del 19 de mayo.
Mientras, el más reciente estudio de la CBO analizó algunas de las propuestas de los republicanos, como la reducción del FMAP para los que reciben Medicaid a través de una expansión de Obamacare.
El informe, solicitado por los líderes de las minorías demócrata del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden (Oregón), y del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Frank Pallone (Nueva Jersey), indica que cerca de tres millones de personas pueden perder su acceso a Medicaid, si se reduce el FMAP.
Según la CBO, bajo el plan republicano, los gobiernos estatales tendrían que gastar más en Medicaid, reducir las tarifas de pago a los proveedores o limitar los beneficios para poder atender recortes masivos en el programa.
“Trump ha afirmado repetidamente que los republicanos no están recortando la atención médica, pero el análisis independiente de la CBO confirma que las propuestas en consideración resultarán en recortes catastróficos de beneficios y la pérdida de la atención médica”, indicó Pallone.
El líder de la minoría en el Comité de Energía y Comercio agregó que “es hora de que los republicanos dejen de mentirle al pueblo estadounidense sobre lo que están tramando a puerta cerrada para otorgar enormes exenciones fiscales a multimillonarios y grandes corporaciones”.
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