

27 de junio de 2025 - 6:00 PM
Los Leones de Ponce se sacaron un peso de encima el pasado jueves al clasificar a la postemporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN) tras un cómodo triunfo, 113-84, sobre los Santeros de Aguada en el Coliseo Ismael “Chavillo” Delgado.
El quinteto de la Perla del Sur ponchó su boleto bajo el mandato del asistente técnico Fernando Casablanca, quien tomó la tableta a mediados de mes debido a un percance de salud del dirigente Carlos Rivera relacionado al corazón.
Con Casablanca en la línea, los Leones juegan para 3-2, ganando sus últimos tres desafíos.
“Lo tomamos como un bálsamo a todo lo que estuvimos pasando en los últimos días”, dijo Casablanca a El Nuevo Día sobre la clasificación.
“Además de celebrar lo que es la clasificación, celebramos de que Carlos está mejor”, agregó.
Ponce (17-16) se convirtió en el tercer clasificado de la Conferencia B junto con los Indios de Mayagüez y los Piratas de Quebradillas.
Dejó a Arecibo y San Germán en la lucha por el último espacio del grupo. Una victoria el sábado de los Capitanes en Aguada les daría el último boleto.
De perder, tendrían que luchar el lunes contra los Atléticos para avanzar. De ganar San Germán, entonces se celebraría un partido de desempate en el Coliseo Arquelio Torres Ramírez.
“No teníamos la presión, pero sí la obligación de pagar la deuda que teníamos por haber perdido juegos que teníamos que haber ganado. Partidos que no pudimos cerrar como, por ejemplo, Aguada nos ganó en casa con un triple. El que perdimos por uno tirando contra Mayagüez. Inclusive, el de Guaynabo que terminamos jugando muy bien", dijo.
“Se supone que esos juegos los ganáramos. Así que estábamos en deuda con nosotros mismos. Ayer (jueves), decidimos pagar y estar saldos con la fanaticada y con nosotros mismos”, resumió Casablanca.
El año pasado, Ponce tuvo que jugar un partido de desempate contra los Indios y luego un choque de reto contra Santurce para colarse a los playoffs.
En el primer año de Rivera como dirigente el propiedad, Ponce cayó en seis juegos ante los eventuales campeones Criollos de Caguas en las semifinales.
Casablanca entró al cuerpo técnico en 2025 y asumió el reto de mantener la plantilla centrada ante la baja inesperada de Rivera cuando la clasificación estuvo en juego.
“Soy sincero, dirigir no me causa mucho estrés. Sí es mucha responsabilidad porque es una franquicia ganadora. Más responsabilidad era no fallarle a Carlos porque él quería, desde el principio, que clasificáramos directo... Esa era mi presión, no quedarle mal a él”, apuntó Casablanca.
A Ponce le resta un partido de trámite el domingo cuando reciban a Manatí, eliminado de la contienda.
Terceros en la Conferencia B, aún desconocen su rival de cuartos de final. Dependerá de los resultados de los compromisos que le quedan a Arecibo y San Germán.
Aprovecharán la semana previa al inicio de la postemporada (3 de julio) para continuar engranando con los importados Brady Manek y Michael Devoe.
“Lo que vamos a hacer es seguir mejorando porque tenemos dos refuerzos que no llevan mucho tiempo con nosotros. Han hecho un click espectacular en tan poco tiempo. Pero sí tenemos que llevarlos a que los muchachos sigan confiando y creyendo en ellos, que puedan conocer el talento nativo. Igual, por primera vez en la temporada después de 33 partidos, la plantilla está completamente saludable. Llega en el mejor momento de cara a los playoffs”, indicó Casablanca.
El mentor volverá a su rol de asistente con Rivera integrándose al equipo para la primera serie de postemporada.
“Carlos es el chief manager del grupo. Cuando él me necesite voy a estar ahí para ayudarlo tanto en las prácticas como en los juegos si es necesario. Mientras él esté, es quien va a estar frente del grupo cuidando su salud claro está”, finiquitó.
Los Leones, con 14 títulos en su historia, ganaron el cetro por última vez en 2015.
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