

12 de septiembre de 2025 - 2:11 PM
Era la temporada de 1989 y el huracán Hugo había azotado con fuerza todos los rincones de la isla.
La acción del Baloncesto Superior Nacional (BSN) se detuvo debido a los estragos causados por este fenómeno atmosférico.
Posteriormente, el torneo se reanudó y Francisco “Paquito” Rodríguez recordó que él fungía como comentarista televisivo de los partidos del BSN en compañía del experimentado narrador, Ernesto Díaz González.
Tras el receso, Rodríguez dijo que uno de los primeros juegos televisados fue en Morovis con los locales Titanes.
“Recuerdo que llamé a Ernesto para ver a qué hora debía estar en su casa para ir a Morovis. Y él me dice que debíamos ir temprano porque todavía había problemas para transitar por algunas carreteras. Me dice: ‘Paco vámonos como a las 4:00 p.m.’, y le digo que estaba bien’”, rememoró Rodríguez en entrevista con El Nuevo Día.
“Llegamos a las 6:00 p.m. a la cancha Pepe Huyke y lo miro y le digo:’Ernesto, imagino que traes las llaves de la cancha para abrirla’”, contó Rodríguez, entre risas.
Fue una de las anécdotas que el exsecretario de la Federación de Baloncesto contó sobre su relación con Díaz González, quien falleció en la madrugada de este viernes debido a una condición de cáncer. Tenía 85 años.
Rodríguez trabajó al lado de Díaz González en un total de ocho temporadas del BSN y resaltó su profesionalismo.
“Ernesto no quería quedar mal con nadie y así fuera que tenía que llegar tres o dos horas antes a un sitio, así lo hacía. Era muy profesional en todo lo que hacía y exigía. Uno tenía que prepararse. Y durante ese tiempo desarrollamos una gran amistad. Las últimas veces que lo llamé, no me contestó”, continuó Rodríguez al recordar que Díaz González fue uno de los miembros originales del programa radial ‘La Descarga Deportiva’ en 2000.
Rodríguez también recordó que Díaz González tenía la capacidad de narrar la mayoría de los deportes, al tiempo que estuvo relacionado con la liga invernal como propietario de los Metros de San Juan y como promotor de boxeo.
Con los Metros, Díaz González ganó un campeonato en la temporada de 1985.
Y el dirigente cuando el equipo alzó el trofeo, fue un joven coach que era parte del cuerpo de entrenadores y a quien Ernesto le había dado la oportunidad de hacerse cargo en la recta final de la temporada regular.
¿Su nombre? Max “Mako” Oliveras, quien a la postre terminaría convirtiéndose en figura legendaria en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente.
Al presente es el dirigente más ganador en la historia de la liga, con ocho campeonatos.
“Le estoy eternamente agradecido, que mi carrera como mánager comenzó gracias a él. Hay dos personas que le doy entero crédito; Tommy Giordano, que fue el primero que me dio un break (en el béisbol organizado en Estados Unidos) y fue porque Ernesto lo llamó. Pero el primero que me dio el chance fue Ernesto con los Metros”, rememoró Oliveras sobre Díaz González, quien no solo le abrió puertas aquí, sino que gracias a su recomendación, inició una carrera en el béisbol profesional de las ligas menores.
Oliveras no ocultó que tuvo desavenencias con Díaz González, incluyendo algunas que irónicamente dieron paso a que se convirtiera después en dirigente de los Metros.
Él era parte del cuerpo de coaches de los Metros en esa campaña 1984-85, cuando en un juego en Ponce, Díaz González despidió a dos entrenadores de los Metros, incluyendo al recordado Reinaldo “Pochy” Oliver, quien era un amigo de Mako desde la década de 1960, y a Clemente “Sungo” Carreras.
“Y yo dije, pues la gente sabe como soy bocón, ‘¿pero este tipo está loco?; ¿cómo va a sacar a los mejores coaches en un equipo que está peleando (por la clasificación a la postemporada)? Aparentemente alguien le dijo, ‘mira Mako estaba ahí diciendo que tú estás loco’. Y se molestó y me mandó a botar, y dijo que no me presentara en Caguas, donde era el próximo juego de San Juan".
El resto es una novela llena de drama como tantas que tiene para contar Oliveras, de sus vivencias en la pelota profesional. Con un temperamento difícil de explicar y del que él mismo da cuenta entre risas, recuerda que decidió presentarse de todos modos al Estadio Yldefonso Solá Morales de Caguas, y llegó hasta el dugout vestido en ropa de civil.
Y Díaz González se llevó la sorpresa cuando antes del juego se topó allí con Oliveras. Tras un intercambio de palabras, Oliveras se marchó, pero fue el entonces dirigente de los Metros, Orlando Peña, quien intervino. Oliveras estaba a punto de subirse a su auto cuando lo mandaron a buscar. Ernesto había reconsiderado.
Esa misma temporada, poco después, la gerencia de los Metros prescindió de los servicios de Peña, y Díaz González le dio la encomienda a Oliveras. Fueron emociones mixtas, pues Peña era ese amigo que había sacado la cara por él.
“Era como mi hermanito”, recordó Oliveras sobre Peña.
“La cuestión es que ganamos el campeonato. Cogí el equipo y empezamos a ganar juegos. Yo metí a la gente que nunca jugaba. De ahí es que viene lo de ‘Los pillos de Mako’. Ganamos el campeonato y luego fuimos a Mazatlán (Serie del Caribe), y cuando regresamos él quiso firmarme para el próximo año”, dijo.
“Siempre le agradezco que mi carrera comenzó gracias a él. Imagínate... He sido dichoso. Soy de las pocas personas que en esa primera oportunidad que le dan, ganan. Lo más que me gustó, es que al día de hoy todavía la gente habla de ‘Los pillos de Mako’. Se quedó el apodo”, apuntó Oliveras.
Fue en el baloncesto donde Díaz González logró que varias de sus frases fueran parte de la cultura popular.
Algunas de ellas fueron “Y va seguir”, “Salsa”, “Guirita”, “Eeechaleeeee”, “De lagrimita”, “Agua pa’ los gallos“, ‘’Gulu gulu y pa’ dentro... o pa’ fuera” y “Rico cha cha chá”.
“Las frases de Ernesto vivirán para siempre en nuestra cultura”, compartió el expresidente del BSN, Henry Neumann.
“Él cogió el batón de Manuel Rivera Morales y siguió creando frases que hasta la gente que no es de baloncesto las conoce. Rivera Morales lo hizo con ‘Ayúdanos, Divina Pastora’, ‘Son de goma, Manolo, son de goma’, y ‘Apúntenlo’. Y Ernesto luego viene con “Y va seguir”, “Salsa” y “Eeechaleeeee”. Serán recordadas para siempre", continuó.
Neumann, a su vez, reconoció que Díaz González fue un colaborador importante en la transmisión de los juegos durante su periodo como presidente del BSN.
“Ernesto fue mi maestro en lo relacionado a la televisión. Recuerdo que lo visitaba a su apartamento y en la sala tenía cuatro televisores con juegos de Grandes Ligas sin audio. Y allí hablábamos y él me ayudaba grandemente con el producto de televisión de la liga”, destacó Neumann.
(Carlos Rosa Rosa colaboró en esta historia).
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