CLEVELAND- Las cabezas se meneaban al unísono en el clubhouse de Cleveland el domingo mientras se escuchaba música techno en las bocinas que también proyectaron luces de colores.

Estaban animados, pero también -como de costumbre- algunos peloteros de los Guardians jugaban cartas o videojuegos tras barrer una serie.

Un día normal en el Progressive Field.

Otra victoria.

Pocas veces Cleveland se encuentra en las conversaciones como candidatos al título, pero los Guardians están jugando mejor que nadie. Y ya registraron el mejor inicio de la franquicia en 25 años, sin señales de detenerse.

Con marca de 16-6 con el nuevo mánager Stephen Vogt, quien ha empujado todos los botones correctos, los Guardians se dirigen a los últimos días del mes con la mejor marca de las Grandes Ligas y en la cima de la División Central de la Liga Americana.

Cleveland no había tenido un comienzo parecido desde 1999 y solo ha tenido una mejor marca después de 22 juegos en 1966, cuando inició 17-5.

Hace dos semanas, los Guardians se pararon en el campo en su primer juego en casa ante los Red Sox y se maravillaron con el eclipse solar. Desde entonces, todo se ha alineado en su favor.

Su gran comienzo tiene a todos impactados —a todos menos al equipo.

“No creo que sea sorprendente para nada”, admitió el jardinero derecho Will Brennan tras batear un jonrón y agregar una atrapada zambulléndose en la victoria por 6-2 del domingo ante Oakland. “Sabemos el tipo de jugadores que tenemos y sabemos que podemos ganar ante cualquiera, jugar duro ante cualquiera y esa es la receta al éxito”.

Además, Cleveland es un equipo increíblemente conectado emocionalmente, un grupo que no tiene miedo de decirse cuánto se aman unos a otros. Muchos se forjaron en el sistema de Cleveland y ahora disfrutan del éxito al más alto nivel.

Trabajan duro. Juegan duro. Pero también se divierten.

Aunque no todo ha sido color de rosas en Cleveland.

El abridor Shane Bieber, que tuvo dos estelares actuaciones al inicio de la temporada, quedó fuera tras someterse a una cirugía Tommy John. Los Guardians tampoco cuentan con el abridor Gavin Williams, quien se lastimó el codo en el campamento de entrenamiento, y tampoco tienen un bullpen completo.

Pero han tenido contribuciones de toda su plantilla.

“Sabíamos que lo teníamos dentro de nosotros. Es por eso que el año pasado fue frustrante”, reconoció el abridor Tanner Bibee, refiriéndose a la marca de 76-86 en la última temporada del mánager Terry Francona. “Ahora todo está resultando. Realmente estamos demostrando lo que somos”.

Los Guardians iniciaron la temporada con marca de 7-2 de visita y se llevaron tres de cuatro la semana pasada en Boston. Su juego es tan implacable que agota a todos sus rivales. No regalan en sus turnos al bate y estresan a sus rivales con su agresiva forma de correr las bases.