La larga espera por proclamarse campeón del mundo terminó este jueves para el boricua René “Chulo” Santiago, luego de destronar por decisión unánime al monarca de las 108 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el japonés Shokichi Iwata, en una cartelera celebrada en la Arena Kokugikan, de Tokio, Japón.

Santiago -que ya había disputado sin éxito el título minimosca de la OMB ante su compatriota Jonathan “Bomba” González hace un año en Puerto Rico- siente que al fin está en el lugar que deseaba y va por más.

“Ejecutamos el plan de trabajo que se trabajó durante tres meses. Sabía que había ganado en el sentido que fui el que más golpes limpios conecté y los jueces al final hicieron el trabajo”, señaló con euforia el peleador humacaeño, de 32 años, a El Nuevo Día.

“Ahora voy a tomar un breve descanso, y luego me reuniré con mi compañía, Star Boxing, y mi manejador, Margaro Cruz, para ver cuál sería mi paso a seguir. Pero me encantaría volver a Japón para unificar títulos. Ese es mi sueño. Y voy detrás de eso. Ya cruzamos el charco y vamos por esa meta”, articuló Santiago, que ahora tiene marca de 14 victorias, cuatro derrotas y nueve nocauts.

Iwata -por su parte- quedó con récord 14-2, con 11 nocauts.

Los otros campeones mundiales de las 108 libras son el japonés Masamichi Yabuki, de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el dominicano Eric Rosa, con la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), y el filipino Panya Pradabsri, del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

El duelo -que tomó forma en horas de la madrugada de Puerto Rico y fue parte de la cartelera estelarizada por los japoneses Kenshiro Teraji y Seigo Yuri Akui- cerró con puntuaciones de 116-112, 117-111 y 118-110.

De hecho, Teraji defendió su título mosca del CMB y conquistó el de la AMB al derrotar por nocaut técnico a Akui.

Al analizar su desempeño, Santiago reconoció que tuvo un momento en que dudó en torno al resultado en momentos en que su contrincante lo atacaba. Sin embargo, se mantuvo fiel al plan de pelea y no se desesperó.

“Siempre hay duda durante las peleas. Hubo momentos donde él me atacó más, pero yo lo remataba con golpes limpios que yo sabía que eran claros. Él me daba uno o dos con mucha fuerza, porque estaba buscando una buena mano, y yo le conectaba con tres golpes simples: jab-recta, jab-recta, recta-jab. Esa fue la clave”, explicó.

El duelo entre el boricua y el nipón cerró con una nota cómica, cuando el árbitro Benjamín Rodríguez levantó la mano de Iwata mientras se anunciaba que el nuevo campeón era Santiago.

Cuando el puertorriqueño escuchó su nombre, se soltó y comenzó a celebrar su victoria. Cuando habló con El Nuevo Día una hora después, no paraba de reírse al recordar el instante.

“Yo dije: ‘¿Empate, ganó? ¿Qué fue lo que pasó? Y de repente: ‘The new champion René Santiago’”, rememoró entre risas.

“Yo estoy viendo que él dijo desde el principio: ‘Reneeeeeeeeee’, se quedó pega’o. Pero veo que el árbitro le levanta la mano al otro, y yo digo: ‘¿Pero qué hace este?’. Subriel Matías escribió en Facebook: ‘La cara del referí valía oro’. Pero imagínate, le levantó la mano al otro”, agregó divertido.

Repuesto de las risas por la confusión del referí, el boricua insistió en que nunca temió por una decisión injusta por ser el visitante o el desfavorecido.

“Aquí los japoneses son gente clara. Si perdiste, perdiste. Si ganaste, ganaste. Aquí no hay ese problema de favoritos. Salimos con la victoria por decisión unánime, que es lo importante”, terminó diciendo.