Un año después de cautivar a multitudes durante los Juegos Olímpicos de París, una pieza central de los Juegos de Verano está regresando.

El icónico globo impulsado por helio que atrajo a miles de turistas durante los Juegos de Verano ha perdido su marca olímpica y ahora simplemente se llama el “Pebetero de París”. Está previsto que se eleve de nuevo al aire el sábado, elevándose sobre el Jardín de las Tullerías.

Se espera que alrededor de 30,000 personas asistan al lanzamiento, que coincide con el festival anual de música callejera de Francia, la Fête de la Musique, dijo la prefectura de policía de París.

Y no será un evento único. Después del vuelo del sábado, el globo se elevará al cielo cada noche de verano desde el 21 de junio hasta el 14 de septiembre, durante los próximos tres años.

El ascenso del pebetero puede convertirse en un nuevo ritmo del verano parisino, con vuelos especiales planeados para el Día de la Bastilla el 14 de julio y el aniversario de la ceremonia de apertura de 2024 el 26 de julio.

Se ha ido la marca oficial “Olímpica”, prohibida por las reglas de reutilización del Comité Oímpico Internacional (COI), pero el espectáculo permanece.

El anillo flotante de 30 metros (98 pies) de altura, ideado por el diseñador francés Mathieu Lehanneur y alimentado por la compañía de energía francesa EDF, simula la llama sin fuego: luces LED, chorros de niebla y ventiladores de alta presión crean un halo luminoso que se cierne sobre la ciudad al anochecer, visible desde los tejados de toda la capital.

Aunque robó el espectáculo en 2024, el pebetero solo estaba destinado a ser temporal, no diseñado para la exposición al aire libre durante varios años.

Para transformarlo en un elemento básico del verano, los ingenieros lo reforzaron. El anillo de aluminio y los puntos de amarre fueron reconstruidos con componentes más resistentes para soportar la lluvia, el sol y los cambios de temperatura durante varias estaciones. Aunque es un estilo de globo aerostático, la elevación proviene únicamente del helio: sin llama, sin quemador, solo gas e ingeniería.

La estructura primero deslumbró durante los Juegos Olímpicos. En solo 40 días, atrajo a más de 200,000 visitantes, según los funcionarios.

Ahora anclado en el centro del estanque drenado de las Tullerías, el regreso del pebetero es parte del esfuerzo del presidente francés Emmanuel Macron por preservar el espíritu de los Juegos en la ciudad, mientras París mira hacia adelante a los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles.