El éxito se veía como un camino difícil para Ángel Manuel Soto hace solo algunas semanas. Su película sobre un superhéroe latino con los poderes de un escarabajo mágico había pasado por altas y bajas, y la huelga que todavía hoy tiene a Hollywood entero estancado se reflejaba como una sombra amenazante sobre un proyecto que, más que cualquier otra cosa, era uno de pasión.