La mañana del domingo, 3 de agosto no fue una común, pues hoy, los ojos del mundo –en especial de los boricuas- estaban fijados en la meteoróloga puertorriqueña Deborah Martorell quien hizo historia al realizar su primer vuelo espacial, como parte de la Misión NS-34 del programa New Shepard de Blue Origin.

Como parte del acontecimiento, la fundadora y presidenta de la Junta de Directores del EcoExploratorio: Museo de Ciencias de Puerto Rico, la también meteoróloga Ada Monzón realizó una transmisión en vivo acompañada de expertos en la ciencia espacial para presencial el momento.

“Yo no me imagino como puede ser el estado mental y emocional de las personas que están dentro de la capsula. Puede ser un momento de oración, reflexión… es un momento de mucha emoción. Vamos todos en oración a pedir un buen viaje para Deborah y toda la tripulación”, expresó la jefa de meteorología de WAPA Televisión y WKAQ a unos minutos del despegue que se llevó a cabo desde las instalaciones en Van Horn, Texas.

Martorell, se convirtió en la primera meteoróloga en lograr esta hazaña, y al ver logrado el sueño de la reportera científica de TeleOnce, Monzón se emocionó y destacó la importancia para la ciencia, en especial en la isla, de este suceso.

“¡Está haciendo historia!”, sostuvo Monzón al hablar sobre su colega. “Ella tiene una posición bien especial, es la única mujer en el grupo, aparte de que es la única puertorriqueña. Ella debe estar feliz Gracias a Dios que los trajo seguros”, agregó visiblemente conmovida.

La boricua estuvo acompañada por otros cinco integrantes de la tripulación. Se trata del inversionista Arvi Bahal, el empresario turco Gökhan Erdem, el educador y filántropo Lionel Pitchford, el emprendedor J.D. Russell y el magnate tecnológico H.E. Justin Sun, quien en 2021 ganó la primera subasta de asientos de Blue Origin con una oferta de $28 millones.

Durante el momento que estuvieron a cero gravedad, a Martorell se le escuchó decir: “Ay, Dios mío” y “gracias, Dios”.

Luego de poco más de 10 minutos, la ahora oficialmente astronauta fue la última es descender de la cápsula. Al salir, elevó sus brazos y ondeo una bandera de Puerto Rico.

“Las palabras no pueden describir lo que viví. Es como volar a otra dimensión. Todo estuvo perfecto. La mañana fue perfecta, el clima fue perfecto”, sostuvo Martorell emocionada y entre lágrimas.

“Yo estoy tan feliz. Esto tiene un impacto, no tan solo en la vida de Deborah, sino en la de todos los puertorriqueños. En parte, en la de esos niños y niñas que van a ver esta experiencia como una oportunidad. Todos sus colegas estamos contentos. Esto es un momento para que Puerto Rico disfrute. Este es el inicio de muchas cosas que van a estar pasando. Deborah es una mujer de muchas ideas y va a aprovechar esta oportunidad para educar y seguir inspirando”, finalizó Monzón.