Muy bien dice Farruko: “El tiempo de Dios es perfecto”, y así lo está demuestra. Con más de 15 años de trayectoria sólida, éxitos mundiales y múltiples premios, Carlos Efrén Reyes Rosado, nombre de pila del exponente, se encuentra en la etapa más poderosa y auténtica de su carrera. Hoy, se proclama agente libre, sin ataduras contractuales, dueño absoluto de su camino artístico y empresario visionario.

Desde su disquera, Carbon Armor, Farruko lidera un movimiento musical y espiritual que potencia a la nueva generación: Makaco El Cerebro,de República Dominicana; Louis BPM, de Venezuela, y los productores Ghetto (RD) y K4G (Panamá), forman parte del equipo de élite que está redefiniendo la industria urbana. Actualmente, Farruko se encuentra desarrollando un EP colaborativo junto a Louis BPM, en lo que promete ser una fusión de talento fresco, visión espiritual y sonido de impacto global.

Pero su impulso no se detiene en la música. El artista puertorriqueño también da forma a otro de sus sueños: la apertura de una serie de talleres de customización de autos en la calle 167 de Bayamón, donde los fanáticos del motor y el estilo podrán personalizar sus vehículos con el sello de calidad e innovación que caracteriza a Farruko.

“Hoy soy libre. Libre de compromisos, libre para crear, para escoger, para crecer. Hoy tengo claro mi propósito: llevar un mensaje con lo que hago, ya sea una canción o una motocicleta. Estoy viviendo una etapa donde el control lo tiene Dios, y yo simplemente me dejo usar por Él”, afirmó Farruko.

El pasado 10 de mayo, el intérprete presentó desde el oeste de Puerto Rico la segunda generación de su proyecto más personal: Carbon Armor Scooter, una línea de motocicletas de edición limitada que mezcla diseño, adrenalina y alma empresarial. El evento, realizado en Generators and More PR, fue un éxito.

“Gracias Puerto Rico por el apoyo que me están dando con las motos, y más que todo, agradecido con DIOS por las cosas buenas que me están pasando. ¡La gloria es tuya, Señor!”, exclamó.

Inspirado por su infancia rodeada de motores y talleres mecánicos, Carbon Armor Scooter es una extensión de su historia y su transformación: “Me crié en un taller de carros, mi abuelo tenía un puesto de gasolina, crecí entre aceite y herramientas. Esta línea de scooters es un homenaje a esos recuerdos y a ese niño que soñaba entre ruidos de motores”, compartió.

Después de una pausa reflexiva en su carrera, Farruko emergió con claridad y propósito. Hoy, su visión va más allá de los escenarios: construye empresas, impulsa artistas emergentes, invierte en la industria automotriz desde sus raíces en Bayamón, y predica con el ejemplo de una vida transformada.

“Mi pausa fue mi mayor bendición. Me permitió escucharme, redirigirme y entender que podía ser más que un cantante: podía ser un hombre de fe, de negocios, de impacto”, dijo.

Con la música como bandera, la velocidad como pasión, y la fe como motor, Farruko se perfila como una de las figuras más influyentes de la cultura latina contemporánea.