

13 de julio de 2025 - 9:55 PM
Antes de que Bad Bunny se estableciera en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot con la residencia “No me quiero ir de aquí” que se extenderá hasta el 14 de septiembre, el cineasta, actor y poeta puertorriqueño Jacobo Morales confirmó su participación en la histórica serie de conciertos. Si bien el maestro mantuvo su rol en secreto, descifrarlo tampoco fue muy difícil.
El pasado mes de enero, Morales sorprendió con su coprotagonización del cortometraje “Debí tirar más fotos”, parte del sexto álbum del exponente urbano vegabajeño. Tras esta experiencia, descrita como una “imborrable” por la vigencia y misión de la producción, era de esperarse que la historia continuara.
El video, dirigido y escrito por Arí Maniel Cruz, mostró al también animador en medio de una reflexión sobre su vida y su isla natal. Morales estuvo acompañado de su fiel compañero, “Concho”.
A lo largo del cortometraje, a quien muchos consideran el director de cine más influyente en la historia de Puerto Rico, se cruza con estadounidenses que residen o visitan la isla y acude a una panadería que se ha modernizado y en la que le habla en inglés y no aceptan efectivo, entre otras situaciones.
Parte de la residencia de Benito Antonio Martínez Ocasio, de 31 años, incluyó una casa construida al estilo típico de la isla, que apareció en el cortometraje que estrenó a principios del 2025. Mediante una pantalla gigante al estilo de un billboard o cruzacalles, se proyectaron fragmentos que volvieron a juntar a Morales y a “Concho”.
Esta vez, el dúo se encontraba lejos del terruño borincano, en un ambiente frío, gris y solitario. Estas condiciones dieron paso a una conversación llena de recuerdos, nostalgia y añoranza.
“Seguimos aquí, mi mente y mi corazón seguimos aquí. Estemos donde estemos, y aunque no estemos en la casa, siempre seré puertorriqueño”, dijo Morales con firmeza mientras “Concho” se quejaba de frío.
Frente a la ventana de una vieja cabaña, el sapo trajo a su memoria todo lo que le hacía falta de su tierra: Guánica, los quesitos y a Martínez Ocasio, con quien se comunicó mediante una vídeollamada mediante FaceTime en pleno concierto.
El vegabajeño quien, supuestamente, velaba la residencia del sapo, aprovechó para montar tremendo “party” de marquesina en la propiedad que se había convertido en un Airbnb y estaba ocupada por nada más y nada menos que la estrella del baloncesto estadounidense LeBron James y un grupo de amigos.
Al final, motivado por la esencia, la cultura y la inigualable sensación de estar junto a los suyos, Morales empacó y emprendió su viaje de regreso. Mientras tanto, en la isla, la fiesta del exponente urbano continuó con bomba, plena, reguetón, salsa y fotos, muchas fotos.
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