Lo que comenzó como un proyecto musical para llevar a las escuelas, se convirtió en 18 años de mucha música y satisfacciones para todos los integrantes de la Tuna de San Blas. Fundada en Coamo por el músico y profesor José Ángel Marrero Alvarado, esta agrupación se ha convertido en un referente de la música autóctona puertorriqueña, tanto en época navideña como en otros meses del año, manteniéndose fiel a su misión inicial.

“Hace unos celebramos nuestro 18 aniversario y estamos súper contentos, porque desde un principio tuvimos como meta mantener viva la cultura y hemos logrado llevar nuestro mensaje, a través de las canciones, a través de todo Puerto Rico”, destacó Marrero Alvarado. “Esto incluye a todo tipo de actividades, a comunidades, escuelas, centros de adultos mayores, funciones privadas, festivales musicales y encendidos de Navidad, entre muchos otros”.

La historia de la Tuna de San Blas comenzó en el 2007 dentro de un salón de clases, cuando Marrero Alvarado, entonces maestro en la Escuela José M. Espada Zayas de Coamo, escribió varias canciones con fines educativos para grabarlas y que se convirtieran en un proyecto escolar. A medida que trabajaba con la idea, contactó a la mayoría de las personas que todavía componen la agrupación. Lo que inició como un proyecto escolar pronto tomó otra dimensión, cuando surgió la idea de llevar esa música a más espacios y grabar formalmente.

“Esto era un proyecto más educativo, pero después surge la idea de hacerlo grande y ahí fue que comenzamos a grabar los primeros 10 temas que recopilaban la Navidad puertorriqueña”, mencionó el músico coameño. “Con temas que van desde los primeros días de la época festiva, cuando comenzamos a parrandear, hasta las octavitas”. Fue así que nació el primer álbum de la Tuna de San Blas, titulado “De puerta en puerta”.

De esa manera, la agrupación comenzó un camino que hoy suma nueve producciones discográficas y múltiples sencillos grabados a lo largo de los años. Desde el principio, Marrero tuvo claro que quería una tuna distinta, una que integrara elementos tradicionales con una identidad claramente puertorriqueña, haciendo uso de instrumentos como la guitarra, el cuatro mandolinón, el bajo, la guitarra, la percusión, el güiro y las maracas.

Mantener viva una agrupación durante casi dos décadas no ha sido tarea fácil. La mayoría de sus integrantes trabaja o ha trabajado en el sector público, en la educación u otras áreas, lo que obliga a hacer verdaderos malabares para coincidir en ensayos y presentaciones. Aun así, el compromiso colectivo ha sido más fuerte que las limitaciones de tiempo y dinero.

“Creo que, además, nos hemos convertido en embajadores de Coamo. Es bien interesante, porque nuestro uniforme es un refleja del pueblo, ya que tenemos los colores de nuestro escudo y de nuestra bandera”, destacó José Orlando Delgado, integrante de la agrupación. “Pero ha sido muy bonito poder demostrar Coamo es un pueblo con mucho bagaje musical. De este pueblo han salidos músicos, compositores y cantantes como Bobby Capó, Bobby Valentín, Willy Rosario, Sammy Marrero y Juan Vélez, entre otros. Tenemos un legado musical importante que se ha complementado con la Tuna de San Blas”.

Esa entrega ha convertido al grupo en algo más que compañeros de tarima. Con el paso del tiempo, la Tuna de San Blas se ha transformado en una familia musical, donde se han visto crecer generaciones y aún permanecen en la agrupación. Esa unión explica por qué, a pesar de los retos, siguen tocando juntos. Para ellos, la tuna es también una forma de terapia, un espacio para salir de la rutina y reconectar con la cultura.

Desde que grabaron su primer álbum en el 2007, la Tuna de San Blas incluye en su repertorio canciones que retratan la realidad del país con humor y picardía, algo que se ve reflejado en el sencillo más reciente, “Esto está cañón”. Esta canción describe las dificultades cotidianas, desde pagar las cuentas, hasta lidiar con un ambiente social actual complejo, siempre desde un tono jocoso que invita a la reflexión.

“Este tema describe toda la situación caótica que se vive en el país actualmente y cómo hay que resolver para pagar las cuentas. Lo pusimos ‘cañón’ porque es jocoso, porque si lo coje Bad Bunny, lo describiría con otras palabras”, añadió Marrero, quien todos instrumentos como el piano y la guitarra. “Esta canción pudiese interpretarse como crítica, pero más allá de eso, es una cosa jocosa, donde planteamos la situación pero también decimos al final, ‘comprar lechón es un lujo, pero hay que comprarlo’. No queda de otra”.

No es la primera vez que la Tuna de San Blas convierte el contexto social en canción. Temas como “El frío pelú” o “Las manos borrachas”, surgida en plena pandemia, nacen de momentos específicos que Marrero ha transformado en música casi de manera espontánea.

Mirando al futuro, la agrupación ya trabaja en lo que será su décima producción discográfica, prevista para el 2027, cuando celebren su 20 aniversario. El álbum incluirá nuevas canciones, versiones renovadas de temas populares y contará con invitados especiales, además de abrir espacio a compositores externos.

Mientras tanto, la Tuna de San Blas mantiene una agenda activa de presentaciones y ensayos, que tradicionalmente comienzan en septiembre. A partir de noviembre, inicia el periodo más ocupado del grupo, cuando se presentan en encendidos navideños, fiestas de pueblo y actividades privadas. En las próximas semanas tienen en calendario estar el sábado, 20 de diciembre de 2025, en el Festival de Buenos Aires, en Coamo; el domingo, 28 de diciembre de 2025, estará en la Plaza Pública de Guayama; y el miércoles, 31 de diciembre de 2025, se presentará en Plaza del Caribe, en Ponce.

Aquellos que quieran escuchar las canciones de la Tuna de San Blas, lo pueden hacer a través de Spotify y en todas las plataformas digitales, donde han migrado completamente las canciones de la agrupación en los últimos años. Tal y como confirmó su fundador, entre cuerdas, voces y su compromiso por la cultura, la Tuna de San Blas seguirá alegrándole las navidades y otras épocas del año a todo aquel que los escuche tocar y cantar.