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Consejos para disfrutar Halloween sin afectar a quienes sufren de pánico

Las decoraciones y disfraces pueden ser estímulos potencialmente desestabilizadores

29 de octubre de 2025 - 11:10 PM

Aunque la temporada de Halloween puede ser un período desafiante para quienes tienen trastorno de pánico, mediante una combinación de estrategias es posible reducir significativamente el malestar. (Shutterstock)

Para quienes viven con trastorno de pánico o experimentan ataques de pánico frecuentes, hay estímulos que pueden actuar como factores desencadenantes, incluso en celebraciones como las de Halloween.

Entre decoraciones oscuras, disfraces de terror y eventos diseñados para asustar, junto a la iluminación tenue o intermitente, así como efectos sonoros intensos y narraciones de terror, entre otros, pueden afectar a aquellos que sufren este tipo de trastorno.

De acuerdo con Mayo Clinic, se desconoce la causa de los ataques de pánico o del trastorno de pánico, pero hay factores que pueden influir, como la genética, un alto nivel de estrés, un carácter que es más sensible al estrés y proclive a las emociones negativas, así como ciertos cambios en la manera en que funcionan las partes del cerebro.

Este es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por episodios súbitos y repetidos de miedo intenso, malestar o sensación de perder el control. Sus episodios suelen ir acompañados de síntomas físicos, tales como: palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo o mareo, náuseas, calambres abdominales e, incluso, la percepción de estar sufriendo un ataque cardíaco.

Se considera que una persona presenta trastorno de pánico cuando estos episodios ocurren con frecuencia o generan un temor persistente a que vuelvan a repetirse.

Si el trastorno de pánico o los ataques no se tratan, pueden afectar casi todas las áreas de la vida de la persona que lo sufre, así como provocar otros problemas de salud, como depresión y trastorno por uso de sustancias.

Desde el aspecto de la terapia ocupacional, la licenciada Anette Quiñones Miranda, quien es presidenta del Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico, enfatizó que esta tiene un papel relevante en el manejo del trastorno de pánico, ya que ayuda a reducir la frecuencia e intensidad de los ataques y a mejorar la calidad de vida.

“El objetivo principal de la terapia ocupacional es que la persona mantenga o recupere su participación en actividades significativas, mediante un enfoque centrado en actividades significativas y la reintegración social y laboral”, manifestó Quiñones.

Asimismo, advirtió sobre algunos estímulos propios de Halloween, que pueden agravar este trastorno:

  • Sensaciones de sorpresa o sustos repentinos, como los que pueden producirse en casas embrujadas con payasos o disfraces inesperados.
  • Estímulos sensoriales intensos, entre ellos luces intermitentes, ruidos fuertes, ambiente oscuro o con efectos visuales perturbadores.
  • Temas que evocan lo sobrenatural, así como imágenes grotescas o contenido que recuerde traumas pasados.
  • Expectativas sociales, como asistir a fiestas, exponerse a multitudes, interactuar con desconocidos disfrazados, entre otras.
  • Ansiedad anticipatoria, es decir, preocupaciones sobre lo que puede ocurrir (“¿Qué pasa si tengo un ataque de pánico mientras estoy allí?”), lo que puede intensificar la propia predisposición al ataque.

“Desde la terapia ocupacional, se trabaja de manera integral para apoyar a las personas con trastorno de pánico en su funcionamiento diario y bienestar general. Esto incluye la evaluación de su situación, rutinas, roles e intereses, así como la posible afectación de su salud mental; el establecimiento de rutinas y hábitos que fomenten estabilidad y bienestar; y el desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y resolución de conflictos para mejorar las relaciones”, informó.

Recomendaciones prácticas para la temporada de Halloween

A continuación, Quiñones ofrece algunas recomendaciones que una persona con trastorno de pánico, o que anticipa que Halloween será complicado, puede aplicar:

  1. Identificar los posibles desencadenantes personales: Haz una lista de lo que te preocupa, como disfraces, luces, sonidos, eventos multitudinarios, entre otros. Reflexiona si alguno te ha causado ansiedad en el pasado. Esto permite anticipar situaciones, prepararte, y tomar decisiones conscientes sobre lo que puedes tolerar.
  2. Planificar con antelación: Decide con quién asistirás, verifica si habrá salidas anticipadas, establece rutas seguras y estima horarios. Reduce la incertidumbre, que suele alimentar el miedo anticipatorio.
  3. Exposición gradual: Si lo toleras, acercarte poco a poco a estímulos de Halloween, por ejemplo, observa decoraciones suaves, ve películas de terror ligeras o visitar las casas de amigos con decoraciones. Esto puede ayudar a desensibilizar el miedo y reducir su intensidad al enfrentarlos de manera controlada.
  4. Control sensorial: Utiliza tapones para los oídos o gafas de sol si hay luces fuertes, elige disfraces que no generen incomodidad física e identifica espacios más tranquilos a los que puedas retirarte si lo necesitas. Estas medidas ayudan a mitigar la sobrecarga sensorial y a reducir los estímulos que pueden disparar la ansiedad.
  5. Técnicas de regulación emocional “de emergencia”: Practica respiración lenta, relajación muscular progresiva y técnicas de grounding (presta atención a lo que puedes ver, tocar u oler). También puedes llevar contigo objetos que te resulten reconfortantes. Estas estrategias ayudan a manejar un episodio de pánico o ansiedad cuando comienza.
  6. Crea espacios seguros: En casa, prepara una zona tranquila con luz suave, música relajante y objetos que te calmen (como mantas o aromaterapia), para poder retirarte si la ansiedad aumenta. Estos espacios ofrecen refugio y ayudan a reducir la necesidad de huir inmediatamente o aislarse socialmente.
  7. Límites claros y autocuidado: Decide qué actividades vas a realizar y cuáles no (por ejemplo, “no voy a casa embrujada” o “asistiré a menos fiestas”). Descansa lo suficiente y cuida tu sueño y alimentación. Estos funcionan como una protección preventiva, ayuda a evitar la sobrecarga y las condiciones que pueden exacerbar la ansiedad.
  8. Consulta con profesionales de terapia ocupacional o salud mental: Acude a la terapia cognitivo-conductual o la terapia ocupacional, considera el posible uso de medicación si está indicada, sesiones individuales o grupales, y apoyos terapéuticos para reducir la frecuencia e intensidad de los ataques de pánico.
  9. Uso de estrategias de distracción y regulación sensorial: Lleva contigo elementos que puedan reconfortar, como agua fría, chicle, objetos con texturas agradables. Utiliza técnicas de tacto profundo o temperaturas contrastantes. Estas estrategias pueden ayudar a interrumpir o desviar la atención cuando la ansiedad comienza a elevarse.

Aunque la temporada de Halloween puede ser un período desafiante para quienes tienen trastorno de pánico, mediante una combinación de estrategias es posible reducir significativamente el malestar y disfrutar de las festividades de forma más segura y controlada, Quiñones señala.

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