

28 de noviembre de 2025 - 11:10 PM

Mayo Clinic, institución médica surgida de Rochester, Minnesota, recuerda que la vitamina D constituye un elemento nutritivo esencial que el organismo requiere para la construcción y preservación del sistema óseo .
¿Cómo se puede identificar una situación de deficiencia y cuáles son las manifestaciones clínicas asociadas en este caso?
Según Mayo Clinic, este nutriente aporta beneficios más allá del sistema esquelético, ya que también influye en el funcionamiento muscular, nervioso e inmunitario.
Los especialistas señalan que los niveles bajos de vitamina D pueden afectar estos procesos biológicos esenciales.
La alteración más marcada ocurre en los huesos, dado que la absorción de calcio depende en gran medida de este nutriente. Sin una provisión adecuada, el cuerpo no logra consolidar la densidad ósea necesaria para mantener la resistencia del esqueleto.
Cuando los niveles de vitamina D disminuyen, el organismo experimenta cambios apreciables en su estructura y funcionamiento:
Además de los problemas óseos y cognitivos, existen riesgos adicionales asociados tanto a la deficiencia como al consumo excesivo de suplementos.
Diversos estudios analizados por Mayo Clinic incluyen investigaciones sobre la relación entre esta vitamina y enfermedades crónicas, aunque aún no existe consenso definitivo.
El informe de la institución médica sugiere que un aporte adecuado de vitamina D podría reducir la probabilidad de desarrollar esclerosis múltiple. En el caso de la psoriasis, se ha empleado este nutriente en formulaciones tópicas como parte del tratamiento de algunas variantes. Sin embargo, su uso y efectividad dependen de una evaluación médica.
Un aspecto que Mayo Clinic remarca es la posibilidad de toxicidad cuando se consumen dosis excesivas, especialmente por encima de 4000 UI diarias mediante suplementos. Esta sobredosis puede provocar consecuencias graves como:
El exceso también puede generar debilidad muscular y dificultades para pensar con normalidad. En etapas más avanzadas, la toxicidad podría afectar la función renal y alterar el ritmo cardíaco, lo que representa un riesgo significativo para la salud general.
La vitamina D que una persona necesita para un correcto funcionamiento depende de la etapa de vida en la que se encuentra. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), los bebés hasta 12 meses deben tener 10 mcg (400 UI) para que los parámetros le den normales.
En los niños de 1 a 13 años la cantidad adecuada es 15 mcg (600 UI), en adolescentes de 14 a 18 años es de 15 mcg (600 UI) y en adultos de 19 a 70 años es de 15 mcg (600 UI). Para los adultos mayores de 71 años, la correcta absorción es de 20 mcg (800 UI) .
Si los parámetros son inferiores, se considera que la persona tiene deficiencia. Sin embargo, si estos se elevan y superan la cantidad máxima permitida, 100 mcg (4000 UI) en adultos mayores de 19 años, puede considerarse una sobredosis y causar problemas para la salud.
Este nutriente esencial proporciona múltiples ventajas documentadas para el mantenimiento de la salud integral del organismo . De acuerdo con los NIH, los beneficios principales incluyen:
La vitamina D desempeña un papel fundamental en la estructura y el mantenimiento del esqueleto.
Su función principal consiste en facilitar la absorción de calcio, elemento que actúa como componente básico para la formación de huesos y dientes. Cuando este requerimiento se reduce, el riesgo de raquitismo, osteomalacia u osteoporosis aumenta claramente.
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