

3 de julio de 2025 - 11:10 PM
Humedad, exceso de calor o prácticas de cuidado inadecuadas son algunos de los responsables del temido efecto ‘frizz’ o pelo encrespado en el cabello, una condición capilar que se manifiesta cuando la cutícula del cabello se abre, permitiendo que la humedad penetre en la fibra capilar y generando un pelo de aspecto rebelde y áspero.
Combatir esta condición capilar para conseguir un cabello sedoso y brillante es uno de los objetivos más perseguidos a la hora de cuidar el cabello. Desde tratamientos profesionales a cuidados de uso diario en casa, lucir una melena bonita y sin `frizz´ es posible.
Aunque este efecto se manifiesta, sobre todo, en climas de elevadas temperaturas y mucha humedad, también puede ser resultado de prácticas cotidianas que dañan la cutícula capilar.
El uso de agua muy caliente al lavar el cabello, el frotamiento vigoroso con toallas y el abuso de “blowers” y planchas contribuyen a la pérdida de hidratación y al levantamiento de las cutículas, por lo que cuidar estos procesos se convierte en el primer paso cotidiano para decirle adiós al encrespamiento.
Lavar el cabello con agua muy caliente contribuye a abrir la cutícula capilar, lo que facilita la pérdida de hidratación y favorece la aparición de encrespamiento.
Por el contrario, optar por agua tibia o incluso fría en el último enjuague ayuda a sellar la cutícula, conservando la humedad interna del cabello y proporcionando un aspecto más brillante y suave. Además, este simple gesto contribuye a reforzar el cuero cabelludo y estimular la circulación.
El uso de champús y acondicionadores formulados sin sulfatos y sin alcohol es especialmente recomendable para quienes buscan reducir el `frizz´. Estos ingredientes, presentes en muchos productos convencionales, pueden resecar la fibra capilar y provocar desequilibrios en el cuero cabelludo.
Es igualmente importante no abusar del champú: salvo en casos de cabello graso, lavarlo a diario puede eliminar los aceites naturales protectores y generar un efecto rebote. En cabellos secos o rizados, lo ideal es espaciar los lavados y emplear mascarillas nutritivas o tratamientos hidratantes una o dos veces por semana.
Después del lavado, muchas personas tienden a frotar el cabello con una toalla para secarlo, lo que daña la cutícula y favorece el encrespamiento. La forma correcta consiste en presionar suavemente el cabello con una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para eliminar el exceso de agua sin fricción. Este tipo de tejido reduce el riesgo de rotura y la aparición de `frizz´.
Además de los tratamientos profesionales y gestos diarios de cuidado, el mercado ofrece productos que ayudan a mantener el frizz bajo control en el día a día, como la innovación de Kerasilk Flyaway Wand, un innovador gel de fijación redefine el concepto de perfección al controlar al instante el `frizz´ y los cabellos rebeldes.
Con un pequeño aplicador, en formato cepillo, permite dominar zonas concretas con máxima precisión, logrando acabados impecables de forma rápida y elegante y formulado con niacinamida, que fortalece y protege la fibra capilar contra la humedad hasta por 72 horas.
El uso de aceites de forma regular también es un gran aliado, y se convierte en la apuesta que remarcan desde Saluvital con un sérum formulado con ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitamina E, que nutren e hidratan el cabello, aportándole brillo y suavidad.
Otro gran aliado que ha cobrado relevancia gracias a plataformas como TikTok y personajes como los influencers, son las brumas de protección, que en formato de pulverizador se aplican de forma previa a aplicar calor con secador, una propuesta en la que Moroccanoil es pionera y que además incorpora también perfume capilar.
Es fundamental elegir soluciones adecuadas al tipo de cabello y necesidades individuales, y mantener una rutina de cuidado constante para obtener los mejores resultados, además de apostar por soluciones específicas en salones cuando se convierte en un problema persistente.
Entre los tratamientos en salones de belleza especializados destaca el alisado orgánico sin formol, que utiliza ingredientes naturales, como el cacao y vitaminas esenciales, para nutrir y fortalecer el cabello desde el interior y que se convierte en una de las soluciones que proponen desde Franck Provost junto a la biopolimerización.
El cacao, rico en antioxidantes, junto con el magnesio y la teobromina, ayuda a proteger el cabello y mejorar su elasticidad. Este tipo de alisado es adecuado para todo tipo de cabellos y ofrece resultados duraderos sin dañar la fibra capilar.
La biopolimerización, un tratamiento 100% natural y vegano, alisa el cabello mientras repara la porosidad y devuelve el brillo, y se convierte también en una opción beneficiosa para cabellos que necesitan reconstrucción, nutrición e hidratación, y para definir rizos y obtener la forma deseada, con resultados pueden durar entre 3 a 6 meses.
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