Como buenos “gourmands”, los amantes del chocolate se toman muy en serio la calidad del producto que compran y degustan. Hasta hace muy poco, las opciones para disfrutar chocolates artesanales eran limitadas y saborear un bombón de alta gama confeccionado en Puerto Rico era prácticamente impensable. Sin embargo, la industria local de la pastelería y chocolatería se ha sofisticado tremendamente por lo que ahora es posible conseguir bombones que no tienen nada que envidiarle a los no comerciales.