Desde principios de la década de 1990, el nombre de Roselyn Sánchez ha aparecido en los créditos de múltiples producciones cinematográficas y televisivas a nivel local e internacional, logrando consolidarse como una artista reconocida en la industria del entretenimiento por su talento frente a las cámaras.
Este año, desde el lado opuesto, la actriz y productora figuró por primera vez en la pantalla grande bajo el rol de directora con el debut de la película “Diario, Mujer y Café”, que estrenó en agosto y arrasó como la producción más vista en Puerto Rico durante tres semanas consecutivas.
El largometraje, protagonizado por un elenco femenino compuesto por Karla Monroig, Angelique “Burbu” Burgos, Marisé Álvarez y Angélica Vale, también tuvo gran impacto en la diáspora con funciones “sold out” en Kissimmee, y una gira que se ha expandido a comunidades latinas en Nueva York, Chicago, Downey y Los Ángeles.
“Siempre supimos que este proyecto era algo especial, pero la acogida ha sido tan y tan bonita que hasta nos ha unido más como artistas, como amigas. Cuando reconocen el trabajo de una, después de tantos años de esfuerzo, se siente increíble”, comentó Sánchez a El Nuevo Día sobre lo vivido a raíz de la reacción positiva del público en y fuera de la isla.
Pero más allá del éxito rotundo en taquilla, el filme marca un antes y después tanto en su carrera como en su vida personal. “Ha sido trascendental, no solo para mí, sino para todas las chicas envueltas, las actrices... muchas de ellas estaban pasando por distintos procesos emocionales mientras grabábamos y, al mirar hacia atrás, nos damos cuenta de que la película ha sido un renacer para todas. (...) Ha sido muy inspiracional no solo para la audiencia sino para nosotras como mujeres. Así que, hubiera funcionado o no la película, saber que tocó una vida, ya eso para mí es suficiente”, expresó la también guionista, quien adelantó que ya piensa en la posibilidad de una segunda parte de la historia que profundiza sobre la amistad femenina.
Poder llevar su visión a la pantalla grande desde la dirección fue un proceso tan gratificante como difícil, ya que “hacer cine independiente es un reto desde el primer día”. Pero esa experiencia le permitió aprender lecciones clave sobre cómo materializar proyectos propios en una industria retante e históricamente dominada por hombres.
“Fueron años bien duros de caer y levantarse, caer y levantarse. Pero así de fuerte fue mi creencia en el proyecto, en mi escritura, en mis capacidades. Fue una bendición decir: ‘me voy a tirar de cabeza y que sea lo que Dios quiera’, y que todo terminara saliendo bien. Y aprendí tanto que ahora la segunda que me tire, ya sea el ‘Diario, Mujer y Café 2′ o la que sea, ya sé cómo hacerla mejor y más inteligentemente en cuestión de negocios”, aseguró.
Con este proyecto y las lecciones adquiridas, Sánchez también dejó un camino abierto para que más mujeres se atrevan a ocupar espacios en la industria cinematográfica. “Para mí era muy importante que el director de fotografía de la película fuera mujer, porque yo le quería dar oportunidad a una mujer boricua a que lo hiciera. Pero la lista era bien cortita, y no hay necesidad de que sea así, porque hay muchísimas mujeres que son parte del equipo técnico de la industria del cine puertorriqueño, que tienen la capacidad, lo que pasa es que ha sido un mundo bastante controlado por los varones”, señaló. “Es importante que todas estas chicas en la isla que están en la industria, que tienen la inquietud de dirigir y de producir y de ser directores de fotografía, tienen que seguir tocando las puertas, seguir diciendo ‘yo puedo, yo puedo, yo puedo’, y dejar que tu trabajo hable por ti. Es una constante”, afirmó, convencida de que es posible motivar a nuevas generaciones de mujeres a tomar las riendas en el cine nacional.
Tres claves para el éxito de una mujer
- Rodearte de gente que sabe más que tú
- Mucha disciplina
- Amar lo que haces
Una frase que te hace seguir adelante
“Dios conmigo y yo con él”



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