Bayamón - Más de 40 jinetes de 7 años en adelante participaron de la Gala Navideña 2025 de la Federación Ecuestre de Puerto Rico, que tuvo lugar en las instalaciones del Centro Ecuestre Internacional de Puerto Rico, en el Parque Nacional Julio Enrique Monagas.

Allí, ante familiares, amigos y el público general, los jinetes se midieron en competencias de salto, en categorías desde cruceta hasta 1.2 metros, informó Andrés Espinet, instructor ecuestre que formó parte del equipo organizador del evento.

“La equitación es un deporte único, donde el jinete conecta con el caballo. Es una conexión con la naturaleza que no se ve en ningún otro deporte porque el caballo siente lo que la persona siente”, resaltó el instructor, quien fundó, en 2015, el centro de equitación Espinet Equestrian.

Explicó que, a nivel olímpico, hay tres disciplinas ecuestres: doma, salto y concurso completo. En doma, caballo y jinete obtienen puntos por realizar rutinas con movimientos específicos. En salto, deben superar una serie de obstáculos siguiendo un orden determinado. El concurso completo incluye una prueba de doma, otra de saltos y un cross country (un recorrido de 6 kilómetros con obstáculos).

En la Gala Navideña 2025, las competencias se hacen en categorías que varían según la altura de las vallas u obstáculos a saltar. Una vez las vallas son colocadas por el personal del centro ecuestre, los jinetes van a la pista a examinar los obstáculos.

Cada binomio (jinete y caballo) tiene un turno para competir haciendo el recorrido, sin tumbar las vallas y en el menor tiempo posible. Un cronómetro mide el tiempo que tarda cada binomio, mientras un panel de jueces evalúa si se cometieron faltas, como tocar o tumbar las vallas, o desobediencias (por ejemplo, que el caballo no salte uno o varios obstáculos). Una vez todos los binomios completan el recorrido, se anuncian los ganadores de esa categoría y se cambia la altura de los obstáculos para la categoría siguiente.

En el día inaugural de la gala, que se llevó a cabo del 6 al 7 de diciembre, una de las primeras victorias fue la de Mikaela Carrero, de 12 años y residente en Aguada. Obtuvo el primer lugar en la categoría de cruceta, en la que las vallas se colocan cruzadas. “Fue clave estar confiada y enfocada”, expresó sobre su participación.

Indicó que lleva desde los 7 años practicando la equitación. “Empecé a ver videos de gente que monta caballos, y me interesó mucho el deporte. Un día lo intenté, y me encantó”, dijo Carrero, quien practica todos los sábados en Aquarella Equestrian Riding Academy, en Bayamón. “Me gusta mucho la conexión que hacemos con los caballos. El caballo se acuerda de ti”, manifestó.

Con ella, coincidió Kenneth Quijano Flores, de 13 años, vecino de Trujillo Alto y quien lleva cinco años practicando la equitación. “La conexión con los caballos es única. Con ellos, sueltas tus frustraciones”, manifestó antes de competir en la categoría de un metro.

El joven, quien practica tres días a la semana, aseguró que este deporte ayuda a desarrollar todo el cuerpo, sobre todo, las piernas y brazos. Agregó que ayuda a trabajar la mente y a desarrollar paciencia, ya que con la práctica constante es que se logra mejorar.

El instructor Espinet dijo que, en la equitación, se trabajan todos los músculos grandes del cuerpo, incluyendo los de la espalda, los brazos, las piernas y los abdominales, ya que se necesitan para mantener el balance sobre el equino. “También desarrollas disciplina porque eres responsable de otro ser vivo”, apuntó.

Por su parte, Valentina Quiles Avilés, de 14 años y residente en Guaynabo, compartió los beneficios que obtiene de la equitación. “Me ayuda a enfocarme en la escuela y a concentrarme; estar libre sobre el caballo me da paz y alegría, me ayuda a olvidar los problemas del día”, mencionó. La joven, quien obtuvo el primer lugar en la categoría de 0.80 metros, dijo que la clave para la victoria fue confiar en su caballo.

Susana Román Cedeño, de 14 años y vecina de Bayamón, dijo que le encanta la adrenalina de practicar saltos y sentirse libre del estrés de la escuela al estar sobre su equino. La joven, quien participó en la prueba de 0.80 metros, indicó que los caballos son animales sensibles y que, “si uno se desconcentra o está nervioso, ellos lo sienten, y eso puede afectar la ejecución”.

Acerca del estrecho vínculo que se desarrolla con los caballos, el instructor Espinet dijo que tiene un efecto terapéutico que se utiliza para tratar niños con autismo y veteranos con síndrome de estrés postraumático, entre otras poblaciones, a través de la equinoterapia.

Como parte de la Gala Navideña 2025, durante un receso de la competencia, una decena de jinetes participó de un desfile en el que los caballos lucieron adornos alusivos a la temporada: unos con gorros de duendes y de Santa Claus, otros con pascuas y con cuernos de reno o de unicornio. Al ritmo de la música de Navidad, los orgullosos padres de los jinetes captaron el momento con sus celulares.