Un Tribunal de Apelaciones dictaminó el lunes que Lisa Cook puede seguir siendo gobernadora de la Reserva Federal, rechazando los esfuerzos del presidente Donald Trump para destituirla justo antes de una votación clave sobre las tasas de interés.

Se espera que la administración de Trump recurra rápidamente a la Corte Suprema en un intento de último momento para destituir a Cook antes de que se reúna la Fed. Y la demanda de Cook que busca bloquear permanentemente su despido aún debe abrirse camino en los tribunales.

La campaña de la Casa Blanca para destituir a Cook marca una oferta sin precedentes para remodelar la junta directiva de siete miembros de la Fed, que fue diseñada para ser en gran medida independiente de la política cotidiana. Ningún presidente ha despedido a un gobernador de la Fed en ejercicio en los 112 años de historia de la agencia. El fallo se produce justo antes de que el comité de fijación de tasas de interés de la Fed comience una reunión de dos días el martes. Los republicanos del Senado han confirmado a Stephen Miran, el nominado de Trump para un puesto vacante en la junta de la Fed.

Trump buscó despedir a Cook el 25 de agosto, pero un juez federal dictaminó la semana pasada que la destitución era ilegal y la reintegró a la junta de la Fed. Bill Pulte, designado por Trump, acusó a Cook de fraude hipotecario porque parecía reclamar dos propiedades como ‘residencias principales’ en julio de 2021, antes de unirse a la junta. Tales reclamos pueden conducir a una tasa hipotecaria más baja y un pago inicial más pequeño que si una de ellas se declarara como propiedad de alquiler o segunda vivienda. Cook ha negado los cargos.

El caso amenaza con erosionar la independencia política de larga data de la Fed. Los economistas prefieren los bancos centrales independientes porque pueden hacer cosas impopulares como subir las tasas de interés para combatir la inflación más fácilmente que los funcionarios electos.