

7 de septiembre de 2025 - 9:32 PM
Miles de manifestantes marcharon el sábado por las calles de Washington, D.C. en una de las protestas más grandes contra la toma de control federal de las labores policiales por parte del gobierno del presidente Donald Trump en la capital de la nación.
Detrás de una pancarta roja con la leyenda “Fin a la ocupación de D. C.”, escrita en inglés y español, los manifestantes recorrieron más de dos millas desde Meridian Hill Park hasta Freedom Plaza, cerca de la Casa Blanca, para protestar contra la cuarta semana de la presencia de soldados de la Guardia Nacional y agentes federales en las calles de D. C.
La protesta “Todos Somos D. C.” —organizada por activistas locales de Home Rule y de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés)— quizás sea la manifestación más organizada hasta ahora contra la intervención federal en Washington. El mes pasado, el presidente justificó las acciones como una forma de abordar el crimen y la situación de indigentes en la ciudad, aunque funcionarios de la capital han señalado que el crimen violento ha ido en descenso en comparación con el primer mandato de Trump.
Trump apuntó a D. C. después de desplegar a la Guardia Nacional en Los Ángeles en junio pasado como parte de una escalada en los esfuerzos del gobierno en las restricciones migratorias y un intento por sofocar protestas relacionadas. La Casa Blanca luego centró su atención en Washington, lo que presentó una oportunidad única para que Trump impulsara su agenda de mano dura contra el crimen debido al estatus de la ciudad como subordinada al gobierno federal.
La presencia de efectivos militares armados en las calles ha desatado la tensión en Washington y provocado semanas de manifestaciones, particularmente en los vecindarios de la capital. La declaración de emergencia de Trump, que toma el control de la policía de D. C., está programada para expirar el miércoles.
Mark Fitzpatrick, un exdiplomático de Estados Unidos que ha sido residente de D. C. durante aproximadamente una década, dijo a The Associated Press el sábado que está preocupado por la “naturaleza autoritaria” con la que el gobierno está tratando a la capital federal.
“Agentes federales, guardias nacionales patrullando nuestras calles, eso es realmente una afrenta a la democracia de nuestra ciudad”, subrayó, agregando que es peor para los residentes de D. C. debido a su falta de representación federal. “No tenemos nuestros propios senadores ni miembros de la Cámara de Representantes, así que estamos a merced de un dictador como este, un aspirante a dictador”.
Entre los manifestantes del sábado también había antiguos residentes de D.C. como Tammy Price, quien calificó la toma de control del gobierno de “malvada” y “no a favor del pueblo.”
Jun Lee, una artista que vive en Washington, se presentó con un letrero de “Liberen a D. C.” que talló en un bloque de madera. Dijo que asistió a la protesta porque estaba “triste y con el corazón roto” por el impacto de la intervención federal en su ciudad.
“Este es mi hogar, y nunca, nunca pensé que todo lo que vi en un documental de historia lo estaría viviendo en persona, y es por ello que esto es importante para todos, este es nuestro hogar, tenemos que luchar, tenemos que resistir”.
También el sábado, Trump repitió sus amenazas de agregar a Chicago a la lista de otras ciudades con gobernadores demócratas en donde quiere llevar a cabo una intervención federal. Su gobierno se dispone a intensificar la presencia de fuerzas federales en materia de seguridad en Chicago, tal como ocurrió en Los Ángeles y desplegar tropas de la Guardia Nacional. Al igual que el Distrito de Columbia, los datos recientes sobre el crimen en Chicago no reflejan las zonas de guerra con las que Trump la ha comparado en reiteradas ocasiones.
El crimen violento en Chicago disminuyó significativamente en la primera mitad del año, su mayor caída en más de una década, según datos de la ciudad. Los tiroteos han disminuido un 37%, y los homicidios han bajado un 32%, mientras que el crimen violento total ha disminuido más de un 22%.
En respuesta a las amenazas de Trump, el gobernador de Illinois, el demócrata JB Pritzker, calificó al presidente de “aspirante a dictador,” que está “amenazando con ir a la guerra contra una ciudad estadounidense”.
“Esto no es una broma”, escribió Pritzker en la red social X. “Esto no es normal”.
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