Miami — Gusanos en la comida. Inodoros que no descargan, inundando los pisos con desechos fecales. Días sin una ducha o medicamentos recetados. Mosquitos e insectos por todas partes. Luces encendidas toda la noche. Aires acondicionados que se apagan repentinamente en el calor tropical. Detenidos obligados a usar líneas telefónicas grabadas para hablar con sus abogados y seres queridos.

Solo días después de que el presidente Donald Trump recorriera un nuevo centro de detención de inmigrantes en los Everglades de Florida que los funcionarios han denominado “Alligator Alcatraz”, estas son algunas de las condiciones descritas por las personas recluidas en su interior.

Abogados, defensores, detenidos y familias se pronuncian sobre el centro de detención de inmigrantes improvisado que la administración del gobernador republicano Ron DeSantis se apresuró a construir en una aislada pista de aterrizaje rodeada de pantanos. El centro comenzó a aceptar detenidos el 2 de julio.

“Estos son seres humanos que tienen derechos inherentes y tienen derecho a la dignidad”, dijo la abogada de inmigración Josephine Arroyo. “Y están violando muchos de sus derechos al ponerlos allí”.

Los funcionarios del gobierno han negado rotundamente las condiciones descritas por los detenidos, sus abogados y familiares, pero han proporcionado pocos detalles y han negado el acceso a los medios de comunicación. Un recorrido televisado para Donald Trump y Ron DeSantis mostró filas de jaulas de tela metálica, cada una con docenas de literas, debajo de grandes carpas blancas.

“Los informes sobre las condiciones en las instalaciones son completamente falsos. La instalación cumple con todos los estándares requeridos y está en buen estado de funcionamiento”, dijo Stephanie Hartman, portavoz de la División de Manejo de Emergencias de Florida, que construyó el centro.

Un grupo de legisladores demócratas demandó a la administración de Ron DeSantis por el acceso. La administración está permitiendo una visita al sitio por parte de legisladores estatales y miembros del Congreso el sábado 12 de julio.

Las descripciones de los abogados y las familias difieren del “modelo” del gobierno. Las familias y los abogados que hablaron con The Associated Press transmitieron los relatos de los detenidos sobre un lugar que, según dicen, es insalubre y carece de atención médica adecuada, lo que lleva a algunos a un estado de extrema angustia.

Tales condiciones hacen que otros centros de detención de inmigrantes donde los defensores y el personal han advertido sobre confinamientos insalubres, negligencia médica y falta de alimentos y agua parezcan “avanzados”, dijo la abogada de inmigración Atara Eig.

Donald Trump y sus aliados han elogiado la dureza y la lejanía de este centro de detención como algo apropiado para “lo peor de lo peor” y como un modelo nacional para la disuasión necesaria para persuadir a los inmigrantes a “autodeportarse” de Estados Unidos.

Pero entre los encerrados dentro de los recintos de tela metálica hay personas sin antecedentes penales y al menos un adolescente, dijeron los abogados a AP.

La abogada de inmigración Katie Blankenship describió una preocupante falta de atención médica en las instalaciones, transmitiendo el relato de un cliente cubano de 35 años que le dijo a su esposa que los detenidos pasan días sin ducharse. Los inodoros están en el mismo espacio que las literas y no pueden satisfacer sus necesidades, dijo.

La esposa, una titular de la tarjeta verde de 28 años y madre de la hija de 2 años de la pareja, que es ciudadana de Estados Unidos, transmitió sus quejas a AP. Temiendo represalias del gobierno contra ella y su esposo detenido, pidió no ser identificada.

“No tienen forma de bañarse, ni de lavarse la boca, el inodoro se desborda y el piso se inunda de orina y excremento”, dijo la mujer a AP. “Comen una vez al día y tienen dos minutos para comer. Las comidas tienen gusanos”, agregó.

La mujer dijo que los detenidos “todos se declararon en huelga de hambre” el jueves por la noche para protestar por las condiciones.

“Hay días en que no sé nada de él hasta la noche”, dijo, describiendo la espera de sus llamadas, interrumpidas cada tres minutos por un anuncio de que la conversación está siendo grabada.

Los abogados de los detenidos dicen que sus derechos al debido proceso se encuentran entre las numerosas protecciones constitucionales que se les niegan.

Blankenship se encuentra entre los abogados a los que se les ha negado el acceso. Después de viajar a las instalaciones remotas y esperar horas para hablar con sus clientes, incluido un joven mexicano de 15 años sin cargos penales, un guardia de seguridad la rechazó y le dijo que esperara una llamada telefónica en 48 horas que le notificaría cuándo podría regresar.

“Le dije, bueno, ¿cuál es el número de teléfono con el que puedo hacer un seguimiento? No hay ninguno”, recordó Blankenship. “Tiene obligaciones de debido proceso, y esto es una violación de ello”.

El cliente de Arroyo, un mexicano de 36 años que llegó a Estados Unidos cuando era niño, ha estado detenido en el centro desde el 5 de julio después de ser arrestado por conducir con una licencia suspendida en el condado de Orange, Florida. Es beneficiario del programa DACA, creado para proteger de la deportación a los jóvenes que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños y para brindarles autorización de trabajo.

El cliente cubano de Blankenship pagó una fianza y le dijeron que sería liberado por un cargo penal en Miami, solo para ser detenido y trasladado a los Everglades.

Eig ha estado buscando la liberación de un cliente de unos 50 años sin antecedentes penales y una suspensión de la expulsión, lo que significa que el gobierno no puede deportarlo legalmente mientras apela. Pero no ha podido obtener una audiencia de fianza. Ha escuchado que un tribunal de inmigración dentro del Centro de Detención de Krome en Miami “puede estar escuchando casos” de las instalaciones de los Everglades, pero hasta el viernes todavía estaban esperando.

“La jurisdicción sigue siendo un problema”, dijo Eig, y agregó que “el tema de quién está a cargo allí es muy preocupante”.