La familia de Thomas “T.J.” Siderio, un niño de 12 años que fue muerto a tiros por un policía de Filadelfia hace tres años, ha aceptado un acuerdo mediante el cual recibirá una indemnización de $3 millones de parte de la ciudad.

Thomas “T.J.” Siderio estaba en el suelo y desarmado cuando el agente, Edsaul Mendoza, disparó el tiro fatal en su espalda, según han dicho las autoridades. El joven había disparado primero contra un coche de policía sin identificación, hiriendo a uno de los cuatro policías de civil en su interior, y finalmente arrojó un arma a unos 12 metros durante una persecución a pie antes de ser disparado y luego tropezar o caer al suelo.

Mendoza, un veterano de cinco años en la fuerza que fue despedido una semana después del tiroteo en 2022, se declaró culpable de asesinato en tercer grado en abril de 2024. Fue sentenciado a entre ocho y 20 años de prisión.

“Este es un caso trágico que nunca debió haber ocurrido. Esta resolución proporciona una medida de justicia a la familia de T.J. Siderio por su devastadora pérdida”, expresó Michael Budner, socio de Saltz Mongeluzzi Bendesky, uno de los dos bufetes de abogados que representaron a la familia.

La policía ha dicho que los oficiales encubiertos estaban buscando a un adolescente con el que querían hablar sobre una investigación de armas de fuego. Vieron a Siderio y a un joven de 17 años no identificado y maniobraron el coche alrededor de la cuadra y junto a ellos para iniciar una parada.

Los fiscales dijeron que casi al mismo tiempo que los agentes encendieron sus luces rojas y azules, un disparo atravesó la ventana trasera del pasajero y rebotó dentro del coche. Un oficial fue tratado por lesiones en el ojo y la cara causadas por vidrios rotos.

Según la policía, Mendoza y otro oficial en el lado del pasajero salieron y dispararon un tiro cada uno. Mendoza luego persiguió a Siderio por la cuadra, disparando dos veces y alcanzando al niño una vez en la espalda en lo que los fiscales dicen fue a ‘una distancia relativamente cercana’.