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Illinois se convierte en el duodécimo estado en ofrecer suicidio médicamente asistido a enfermos terminales

El gobernador JB Pritzker firmó una ley que entrará en vigor en septiembre de 2026

13 de diciembre de 2025 - 11:52 AM

El gobernador de Illinois, JB Pritzker. (Rod Lamkey)

Los residentes de Illinois con enfermedades terminales podrán optar por poner fin a sus vidas en sus propios términos bajo una ley que el gobernador JB Pritzker firmó el viernes.

La legalización del suicidio médicamente asistido entrará en vigor en septiembre de 2026, con el fin de conceder tiempo al Departamento de Salud Pública de Illinois y a otros participantes del sistema médico para desarrollar “procesos y protecciones estrictos” para la implementación de la medida, según informó la oficina del gobernador demócrata.

La legislación también es conocida como “la Ley de Deb”, en honor a Deb Robertson, una residente de toda la vida del estado que padece una rara enfermedad terminal y que impulsó la aprobación de la medida, además de testificar sobre el sufrimiento de las personas y sus familias que desean tener la oportunidad de decidir por sí mismas cómo y cuándo debe terminar su vida.

Pritzker dijo que se ha sentido conmovido por los relatos de pacientes que sufren enfermedades terminales y por su compromiso con la “libertad y la elección al final de la vida en medio del dolor personal”.

“Esta legislación se implementará de manera cuidadosa para que los médicos puedan orientar a los pacientes en decisiones profundamente personales con autoridad, autonomía y empatía”, expresó Pritzker tras firmar la medida en Chicago.

De acuerdo con el grupo defensor Death With Dignity, otros 11 estados y el Distrito de Columbia permiten el suicidio médicamente asistido. Delaware fue el más reciente, y su disposición entrará en vigor el 1 de enero de 2026. Otros siete estados evalúan permitirlo.

En Illinois, los pacientes mayores de 18 años, con capacidad mental certificada por un médico para tomar decisiones médicas, podrán solicitar medicamentos para el final de la vida si padecen una enfermedad que podría ser mortal en un plazo de seis meses, según la verificación de dos médicos.

Además, deberán haber recibido información sobre todas las opciones de cuidado al final de la vida, como hospicio o cuidados paliativos. Tanto la solicitud oral como la escrita del medicamento deberán provenir del propio paciente, y no de un sustituto o representante.

La senadora Linda Holmes, demócrata de los suburbios de Chicago y autora de la medida, indicó que ambos padres fallecieron de cáncer.

“Nunca olvidaré la sensación de impotencia al verlos sufrir cuando no había nada que pudiera hacer para ayudarlos”, afirmó Holmes. “Todo paciente adulto en pleno uso de sus facultades debería tener esta opción adicional en su atención al final de la vida, en caso de que su sufrimiento se vuelva insoportable”.

La Cámara de Representantes de Illinois aprobó la medida 63-42 a finales de mayo, al cierre de la sesión legislativa de primavera. El Senado no la consideró hasta octubre, cuando fue aprobada 30-27. En ambos cuerpos legislativos, hubo votos en contra de demócratas prominentes.

La Conferencia Católica de Illinois, que representa a las seis diócesis católicas del estado, emitió un comunicado en el que criticó la acción de Pritzker, al asegurar que la ley coloca a Illinois “en un camino peligroso y desgarrador”.

“En lugar de invertir en un verdadero apoyo al final de la vida, como cuidados paliativos y de hospicio, manejo del dolor y acompañamiento centrado en la familia, nuestro estado ha optado por normalizar el acto de quitarse la vida”, señalaron los obispos católicos. “Esta ley ignora las fallas reales en el acceso a atención de calidad que llevan a personas vulnerables a la desesperación”.

La conferencia también cuestionó que Illinois haya legalizado el suicidio para algunos mientras intenta prevenirlo en otros, particularmente entre adolescentes, para quienes el suicidio es la segunda causa principal de muerte. Ese planteamiento fue respaldado por el grupo no partidista Patients Rights Action Fund.

“El suicidio asistido sumerge a los residentes de Illinois con discapacidades y a otras personas vulnerables en conversaciones sobre la muerte, en lugar de enfocarse en el cuidado y el apoyo que merecen de sus equipos médicos”, afirmó Matt Valliere, presidente y director ejecutivo del grupo.

Por su parte, Deb Robertson, la trabajadora social retirada de los suburbios de Chicago que dio nombre a la ley, agradeció a Pritzker por firmar la legislación que brinda “la gama completa de opciones al final de la vida”.

“El final para mí podría estar cerca, pero me alegra haber podido desempeñar algún papel en garantizar que los residentes de Illinois con enfermedades terminales tengan acceso a la ayuda médica para morir”, añadió.

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