El jurado en el juicio por tráfico sexual de Sean “Diddy” Combs receso el martes luego de que llegara a un veredicto sobre cuatro de los cinco cargos contra el magnate del hip-hop per no llegar a una decisión sobre el cargo principal, conspiración de crimen organizado.

Según CNN, el jurado llegó a un consenso sobre los cargos 2, 3, 4 y 5:

El juez indicó que instruiría al jurado para que siguiera sopesando el cargo, haciéndose eco de los sentimientos de los fiscales y del equipo de defensa de Combs de que apenas dos días de deliberaciones era demasiado pronto para renunciar a llegar a un veredicto sobre todos los cargos.

El juez Arun Subramanian dijo que recibió una nota a las 4:05 p.m. del martes indicando que el jurado había llegado a un veredicto parcial. La nota decía que el jurado no pudo llegar a un veredicto unánime sobre el cargo de conspiración de crimen organizado porque había miembros del jurado con “puntos de vista inconmovibles” en ambos lados.

Los abogados de Combs lo rodearon en la mesa de la defensa poco después de que se enviara la nota al tribunal. El magnate del hip-hop parecía sombrío mientras le explicaban lo que estaba sucediendo. En un momento dado, el abogado principal de la defensa, Marc Agnifilo, se apartó del grupo, regresó con un trozo de papel y se lo entregó a Combs, quien lo leyó solemnemente.

Mientras tanto, los fiscales estaban en su mesa pegados a sus teléfonos y computadoras portátiles.

La fiscal federal adjunta Maurene Comey sugirió que el juez le diera al jurado una versión modificada de lo que se conoce como un cargo de Allen: instrucciones que los alientan a seguir deliberando después de llegar a un punto muerto.

La conspiración de crimen organizado, el cargo uno en la hoja de veredicto del jurado, es el más complicado de los cargos contra Combs porque requiere que el jurado decida no solo si dirigía una “empresa de crimen organizado”, sino también si estaba involucrado en la comisión de algunos o todos los diversos tipos de delitos, como el secuestro y el incendio provocado.

El cargo se incluye en la ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), que es mejor conocida por ser utilizada en casos de crimen organizado y cárteles de la droga.

El jurado ha estado deliberando desde el lunes. El martes, pidieron revisar el testimonio crítico de una de las testigos más importantes de la fiscalía: la exnovia de Sean “Diddy” Combs, Cassie.

Los miembros del jurado solicitaron el testimonio unos 75 minutos después de su segundo día de sopesar los cargos de que Combs usó su fama, riqueza y violencia para obligar a dos novias a participar en maratones sexuales alimentadas con drogas con trabajadores sexuales masculinos conocidos como “freak-offs” o “noches de hotel”.

El panel de ocho hombres y cuatro mujeres pidió el relato de Cassie sobre cómo Combs la golpeó, pateó y arrastró en un hotel de Los Ángeles en 2016, un asalto capturado en imágenes de cámaras de seguridad ahora infames.

También pidieron ver el testimonio de Cassie sobre un incidente en el que dijo que Combs la acusó de tomarle drogas y la echó de su yate en el Festival de Cine de Cannes en Francia en 2013. En su camino de regreso a Estados Unidos, dijo, amenazó con publicar videos explícitos de ella teniendo sexo.

Además, el jurado pidió el testimonio de Cassie y del stripper Daniel Phillip sobre cómo ella saltó a su regazo en un hotel de la ciudad de Nueva York después de que, como testificó Phillip, sospechara que Combs la había estado abofeteando y golpeando en una habitación contigua.

“Todo su cuerpo temblaba, como si estuviera aterrorizada”, dijo Phillip, quien estaba en el hotel para un encuentro sexual con Cassie en algún momento entre 2012 y 2014.

Phillip testificó que le preguntó a Cassie, la cantante de R&B cuyo nombre real es Casandra Ventura, por qué estaba con Combs si él la estaba golpeando. Dijo que le dijo que estaba en verdadero peligro. Cassie, dijo, “básicamente trató de convencerme de que estaba bien, está bien. Estoy bien, estaré bien”.

Phillip y Cassie estuvieron entre los primeros testigos que testificaron cuando el juicio comenzó el mes pasado.

La solicitud de testimonio del jurado se produjo poco después de que los abogados y fiscales de Combs comenzaran el día discutiendo con el juez Arun Subramanian sobre una pregunta del jurado que quedó del final del primer día de deliberaciones el lunes.

Los miembros del jurado querían una aclaración sobre lo que califica como distribución de drogas, un aspecto del cargo de conspiración de crimen organizado que ayudará a determinar si Combs puede ser condenado o exonerado del cargo.

Subramanian dijo que les recordaría a los miembros del jurado las instrucciones que les dio sobre esa parte del caso antes de que comenzaran a deliberar el lunes. Los abogados de Combs habían presionado para obtener una respuesta más amplia, pero los fiscales argumentaron, y Subramanian estuvo de acuerdo, que hacerlo podría terminar confundiendo más a los miembros del jurado.

El lunes, el panel deliberó durante más de cinco horas sin llegar a un veredicto.

Los abogados defensores sostienen que los fiscales están tratando de criminalizar el estilo de vida swinger de Combs y que, en todo caso, su conducta equivalió a violencia doméstica, no a delitos graves federales.

Sean “Diddy” Combs, de 55 años, podría enfrentar de 15 años de prisión a cadena perpetua si es declarado culpable de todos los cargos. Combs, como lo ha hecho durante todo el juicio, conversó intensamente con sus abogados mientras discutían cómo responder a la solicitud del jurado. Más tarde, se inclinó hacia adelante para examinar algo en la pantalla de la computadora que se encuentra frente a él.

Después de declararse inocente, Combs optó por no testificar mientras sus abogados construían sus argumentos para la absolución principalmente a través de largos contrainterrogatorios de docenas de testigos llamados por los fiscales, incluidos algunos de los exempleados de Combs que subieron al estrado de mala gana solo después de que se les concediera inmunidad.

Cuando los miembros del jurado salieron de la sala para comenzar a deliberar el lunes, Combs se sentó por un rato desplomado en su silla en la mesa de la defensa antes de levantarse y volverse hacia tres filas de espectadores llenas de su familia y amigos.

Esos partidarios se tomaron de las manos e inclinaron la cabeza en oración, al igual que Combs, que estaba a varios metros de ellos en el centro de la sala del tribunal. Después de que terminaron, juntos aplaudieron, y también lo hizo Combs, todavía aplaudiendo mientras se volvía hacia el frente de la sala.

Combs también mostró dos libros que está leyendo: El poder del pensamiento positivo, de Norman Vincent Peale, y La ventaja de la felicidad, de Shawn Achor.

Apenas una hora después de las deliberaciones, el presidente del jurado envió una nota al juez, quejándose de que había un miembro del jurado “que nos preocupa que no pueda seguir las instrucciones de su señoría. ¿Puedo hablar con su señoría o puede entrevistarlo?”

En cambio, el juez decidió enviar a los miembros del jurado una nota que les recordaba sus deberes de deliberar y su obligación de seguir sus instrucciones sobre la ley.

Al final del día, el jurado parecía estar de nuevo en camino, enviando la nota sobre la distribución de drogas.