ALEXANDRIA, Virginia - El Departamento de Justicia federal reconoció el miércoles ante el tribunal que el gran jurado que acusó al exdirector del FBI, James Comey, no recibió una copia de la acusación formal, una admisión que podría poner aún más en peligro un proceso que ya enfrenta múltiples impugnaciones y solicitudes de desestimación.

Esta revelación es la más reciente señal de una presentación problemática del caso ante el gran jurado por parte de una fiscal federal con poca experiencia y nombrada apresuradamente por el presidente Donald Trump.

Las dudas sobre el proceso comenzaron a surgir a principios de semana cuando otro juez del caso declaró que no había constancia en la transcripción que había revisado de que el gran jurado hubiera examinado la acusación formal presentada contra Comey.

Lindsey Halligan, la fiscal federal interina a cargo del caso, declaró durante el interrogatorio que solo el presidente del gran jurado y un segundo miembro estuvieron presentes cuando se presentó la acusación formal.

Comey se declaró inocente de los cargos que lo acusan de hacer una declaración falsa y obstruir al Congreso, y ha negado haber cometido delito alguno.

El Departamento de Justicia ha negado que la acusación fuera vengativa o selectiva e insiste en que las alegaciones respaldan la imputación.

Trump destituyó a Comey como director del FBI en mayo de 2017, mientras supervisaba una investigación del FBI sobre posibles vínculos entre Rusia y la campaña de Trump de 2016.

Desde entonces, ambos han mantenido una disputa pública, con Trump tildando a Comey de “un ser débil, mentiroso y despreciable” y exigiendo su procesamiento.