

30 de junio de 2025 - 10:09 PM
La celebración durante un mes del Orgullo LGBTQ+ alcanzó su clímax lleno de arcoíris el domingo, en el que enormes multitudes participaron en alegres fiestas callejeras de todo el día desde Nueva York hasta San Francisco.
Las celebraciones del Orgullo suelen ser una jornada en la que los bulliciosos desfiles callejeros se mezclan con protestas políticas y colorida pompa, pero las ediciones de este año adoptaron una postura más desafiante en Estados Unidos, después de que los republicanos —encabezados por el presidente Donald Trump— han intentado revertir políticas favorables para la comunidad LGBTQ+.
El tema de las festividades en Manhattan fue: “Rebélate: Orgullo en protesta”. En San Francisco, el tema fue: “La alegría queer es resistencia”, mientras que en Seattle fue simplemente “Más fuerte”.
Lance Brammer, un maestro de 56 años originario de Ohio que asistía a su primer desfile del Orgullo en Nueva York, dijo que se sentía “validado” mientras se maravillaba con el tamaño de la celebración más antigua y grande del país.
“Con el ambiente político que tenemos, parece que están tratando de eliminar a toda la comunidad LGBTQ, en especial a la comunidad trans”, declaró mientras portaba una alegre camisa de varios colores. “Y esto sólo muestra que tendrán que librar un combate si piensan que van a lograr eso con todas estas personas y con todo este apoyo”.
En San Francisco, Xander Briere dijo que la comunidad LGBTQ+ está luchando por su supervivencia ante los ataques sostenidos y el cambio en el sentimiento del público, especialmente contra las personas transgénero.
“Estamos retrocediendo lentamente en el tiempo, y es desafortunado y aterrador”, agregó el especialista en programas del Centro de Salud Comunitaria de San Francisco. “Parece que el mundo nos odia en este momento, pero esta es una hermosa celebración comunitaria de resistencia, de historia para mostrarle al mundo que estamos aquí y no nos vamos a ir a ninguna parte”.
El desfile de Manhattan recorrió la Quinta Avenida con más de 700 grupos participantes, los cuales fueron vitoreados por enormes multitudes.
La celebración pasó frente al Stonewall Inn, un bar gay en Greenwich Village donde una redada policial en 1969 desencadenó protestas y avivó el movimiento por los derechos LGBTQ+. La primera marcha del Orgullo, que se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York en 1970, conmemoró el primer aniversario del alzamiento popular de Stonewall. Ahora el lugar es un monumento nacional.
Mientras tanto, los manifestantes en San Francisco, sede de otro de los eventos del Orgullo más grandes del mundo, desfilaron por la calle Market en el centro de la ciudad, en dirección a los escenarios de conciertos instalados en la Civic Center Plaza. Denver, Chicago, Seattle, Minneapolis y Toronto se encuentran entre las otras grandes ciudades de América del Norte que organizaron desfiles del Orgullo el domingo.
Varias ciudades en todo el mundo, incluidas Tokio, París y Sao Paulo, realizaron sus eventos hace unas semanas, mientras que otros se llevarán a cabo más adelante en el año. En Londres será en julio y en Río de Janeiro en noviembre.
Desde que llegó a la presidencia en enero, Trump ha apuntado específicamente a las personas transgénero, expulsándolas de las fuerzas armadas, impidiendo que los programas de seguros federales cubran cirugías de afirmación de género para jóvenes, y tratando de mantener a los deportistas transgénero fuera de las competencias femeninas.
“Tenemos que ser visibles. Tenemos que unirnos. Tenemos que luchar. Están tratando de borrar nuestra existencia”, manifestó Jahnel Butler, una de los mariscales comunitarios del desfile de San Francisco.
Peter McLaughlin indicó que ha vivido en Nueva York durante años, pero nunca había asistido al desfile del Orgullo. El residente de Brooklyn de 34 años de edad dijo que este año se sintió obligado a participar, ya que es un hombre transgénero.
“Mucha gente simplemente no entiende que dejar que las personas vivan no les quita nada de su propia experiencia, y ahora mismo es importante mostrar que sólo somos personas”, manifestó McLaughlin.
Gabrielle Meighan, de 23 años y residente de Nueva Jersey, señaló que sentía que era importante asistir a las celebraciones de este año porque se llevan a cabo días después del décimo aniversario del histórico fallo de la Corte Suprema en el caso Obergefell vs. Hodges, el 26 de junio de 2015, en el cual reconoció el matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel nacional.
Manhattan también acogió el domingo la Marcha de la Liberación Queer, un evento activista lanzado en años recientes ante la preocupación de que el desfile de la corriente principal esté ahora demasiado influido por el mercantilismo.
Manifestantes que sostenían carteles que rezaban “La afirmación de género salva vidas” y “No hay Orgullo en el apartheid” marcharon hacia el norte, desde el Monumento conmemorativo a los fallecidos de sida hasta Columbus Circle, cerca de Central Park.
Entre los obstáculos que enfrentan este año los grupos defensores de los derechos de los homosexuales está la pérdida de patrocinios corporativos.
Las empresas estadounidenses han retirado su apoyo a los eventos del Orgullo, reflejando un retroceso más amplio en las iniciativas de diversidad e inclusión en medio de un cambio en el sentimiento del público.
NYC Pride indicó este mes que aproximadamente el 20% de sus patrocinadores corporativos retiraron o redujeron su apoyo, incluidos PepsiCo y Nissan. Los organizadores del Orgullo de San Francisco informaron que perdieron el respaldo de cinco grandes donantes, incluidos Comcast y Anheuser-Busch.
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: