Después de meses de recortes de empleos, cambios de liderazgo y otros disturbios en la Administración del Seguro Social, el nuevo comisionado de la agencia enfrentó el miércoles preguntas directas de legisladores sobre el futuro de la institución, su capacidad para pagar beneficios y proteger la privacidad de los ciudadanos.

Frank Bisignano, quien asumió el cargo el mes pasado tras ser designado por el presidente Donald Trump, dijo que planea mejorar la precisión en los pagos y elevar la moral interna. Desde que el Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por el multimillonario Elon Musk, inició una reestructuración a principios de año, la agencia ha perdido 7,000 trabajadores.

“Aumentar el personal no es la solución a largo plazo”, dijo Bisignano durante una audiencia en el Congreso. En su lugar, propuso invertir en tecnología para operar con menos empleados. “Haremos esto convirtiéndonos en una organización digital primero, liderada por la tecnología, que ponga al público como nuestro punto focal”.

Bisignano calificó como su “meta personal” tener una “fuerza laboral altamente motivada” y mejorar la posición de la agencia, que ha ocupado el último lugar en satisfacción laboral entre las entidades federales durante tres años consecutivos.

Según su testimonio, unos 2,000 empleados han sido reasignados voluntariamente a puestos de servicio directo en la SSA, mientras que otros 3,700 han abandonado la agencia por decisión propia. En 2026, dijo, los esfuerzos de contratación se centrarán en personal especializado en tecnología de la información y en cubrir vacantes en oficinas de campo.

Bisignano asumió el liderazgo en medio de una serie de crisis internas, incluyendo problemas en el servicio al cliente, salidas abruptas de altos funcionarios y acusaciones infundadas por parte de Trump y Musk de que millones de personas fallecidas estaban recibiendo beneficios.

El caos comenzó tras la renuncia, en febrero, de la comisionada interina Michelle King. La dimisión se produjo luego de que el Departamento de Eficiencia Gubernamental intentara acceder a información de beneficiarios, lo que derivó en una demanda presentada por sindicatos y jubilados. Un tribunal federal emitió una orden para restringir ese acceso.

La Corte Suprema de Estados Unidos decidió recientemente mantener las restricciones sobre el acceso de DOGE a los sistemas de la SSA, que contienen datos personales de millones de estadounidenses.

Ese mismo mes, la agencia anunció que recortaría 7,000 puestos a través de despidos, reasignaciones y acuerdos de retiro voluntario, como parte de un esfuerzo más amplio para reducir el tamaño del gobierno federal.

Durante la audiencia, legisladores pidieron a Bisignano que respondiera a declaraciones recientes de Musk, incluyendo su afirmación en un pódcast de que el Seguro Social es “el mayor esquema Ponzi de todos los tiempos”.

La SSA paga beneficios a unos 72.5 millones de personas, incluidos jubilados, niños y personas con discapacidad.

En desacuerdo con Musk, Bisignano declaró: “Estoy de acuerdo en que es una promesa de pago”.

Advirtió que la Administración del Seguro Social podría verse obligada a recortar beneficios si el Congreso no toma medidas para financiar adecuadamente el programa. La llamada “fecha de insolvencia” se ha adelantado a principios de 2034, un año antes de lo previsto anteriormente, según el informe anual más reciente. De no haber cambios legislativos, los fondos solo alcanzarían para cubrir el 81% de los pagos.

El déficit proyectado no está contemplado en el proyecto de ley de recorte de impuestos y gastos que actualmente debate el Congreso.